“Comencé a trabajar en Guerlain en 1983 pero realmente no sabía nada de perfumes. Tomé un curso de perfumería y fue maravilloso. Ahí descubrí mi verdadera pasión.
Hablé con mi jefe para desarrollar mi carrera en ese rubro, por lo que estudié dos años en la escuela de cosméticos, fragancias y aromas Isipca. Un buen día recibí una llamada del mismísimo Jean Paul Guerlain para conocerme. Estaba muy nerviosa, y cuando llegué a su casa me comentó que estaba desarrollando una nueva fragancia para caballero, por lo que pidió mis consejos.
Le di mi opinión, y al parecer le gustó porque me invitó a trabajar con él.
Cuando comencé a crear perfumes con mi equipo, tuvimos mucha libertad de explorar nuevas áreas. Éstos debían mantener el ADN de Guerlain, que se caracteriza por la utilización de ciertos olores como jazmín, vanilla y iris.
En algún momento decidí crear el perfume Cuir Beluga para mi. Este debía ser tan suave como cachemira pero sexy y audaz. Estoy muy orgullosa porque en un principio el área de marketing no le agradaba mucho, pero fue bien recibido por el público.
Sabes que encontraste tu perfume ideal cuando más de dos personas te preguntan el nombre y recibes halagos”.
Entre los perfumes que presentó Sylvaine se encuentra el Shalimar Indes & Merveilles de 1.5 litros. Sólo existen 48 piezas a nivel mundial.