Redacción: Central
El reconocido diseñador industrial Philippe Starck incursiona en un nuevo negocio: la perfumería. Aunque parezca algo lejano a lo que estamos acostumbrados a ver del parisino, no lo es: su mamá era dueña de una perfumería.
De pequeño pasaba gran parte de su tiempo en la bodega de la tienda descubriendo olores e imaginándose mundos lejanos; ahí desarrolló su creatividad. Para el lanzamiento, Starck, en conjunto con perfumistas, da vida a tres fragancias: Peau de Soie, Peau D’Ailleurs y Peau de Pierre.
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