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En Cuajinicuilapa los hombres se convierten en diablos

Por: Redacción: Revista Central 27 octubre 2017 • 1 minutos de lectura

En esta región de la costa China de Guerrero las personas se disfrazan para recibir a los muertos

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Foto Especial
Foto Especial

Redacción: Central

Cuajinicuilapa es una región de Guerrero afrodescendiente donde el Día de Muertos se celebra de una manera muy particular y es que cada 31 de octubre por la tarde, los diablos salen del panteón para llevar a las ánimas con su familia.

Todos se reúnen en el Barrio de la Iglesia por la noche, donde todo es ambientado con música y versos.

Aquí se tiene la creencia de que “los diablos” son los intermediarios entre el mundo de los muertos y de los vivos.

Ver a estos personas disfrazadas es sorprendente. Su traje consiste en una máscara de cartón pintada de diversos colores y es adornada con pelo de caballo; sus ropas son oscuras y algunas veces rota como si fuera antigua.

Diablos
Diablos

Cuando bailan sus pasos imponentes atrapan a la multitud. Recorren las calles encorvados y zapateando con una fuerza capaz de despertar a los muertos.

Todas las calles se llenan con estos seres del inframundo y gracias al encuentro anual organizado por la Casa de la Cultura, diablos de distintos pueblos se reúnen.

Hasta el 2 de noviembre los diablos transitan las calles y bailan en las casas de las personas que quieren convivir con los espírutos de sus familiares.

Este último día los diablos pasan a los hogares y se les ofrecen alimentos como tamales, pan y refresco como agradecimiento.

Cuando la tarde llega a su final, estos seres se preparan para regresar al panteón que está bellamente decorado para despedir a los seres queridos a la espera de que el siguiente año se repita la visita.

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