Por Alejandro Rubio
Un día como hoy pero de 1915 nació en París, Francia, la cantante y actriz Èdith Giovanna Gassion, mejor conocida como Èdith Piaf.
La vida de esta mujer se vio inundada de desgracias y reveses desde que nació.
El natalicio
Se dice que cuando su madre la concibió lo hizo en la calle y que su padre se embriagó y no pudo ser parte del hecho.
Esta historia es tomada a veces como una leyenda, pues existen documentos que afirman que en realidad sí nació en un hospital.
Su niñez
Toda su niñez y juventud la vivió con su abuela, pues su madre la dejó en sus manos por la extrema pobreza en la que se encontraba. Un hecho controversial, es que la abuela era dueña de un burdel, por lo que la pequeña Piaf creció en ese ambiente.
La heredera eterna
A los diecisiete años conoció a un muchacho (Louis Dupont) con quien procreó una niña. La desgracia volvería a ser parte de su vida, pues la pequeña murió dos años después de meningitis.

No todo fue tan malo
Entre tanta desgracia, el sol tenía que salir para ella al menos una vez, ya que en marzo de 1936, debutó como cantante en el Teatro ABC de París, hecho que la catapulta al éxito. En esa ocasión interpretó “Le Bel Indifférent” de Jean Cocteau.
La desgracia vuelve
Pero a pesar de las buenas nuevas, su vida de desgracias no pararía, pues cuando uno de sus novios viajó a New York para verla en un show, este murió en un accidente.
Después de esto, la adicción al alcohol que Piaf tenía se hizo más grande; pero fue un accidente de auto lo que la catapultó a usar morfina para revertir los dolores, cosa que le provocó una gran adicción. Sus últimos días, dicen, fueron de sufrimiento. Murió a la edad de 47 años de cáncer hepático.
Como dato curioso, te decimos que la canción de la Sonora Dinamita “Que nadie sepa mi sufrir” es un cover de la canción “La foule” de Édith Piaf.