Por Montserrrat Ramirez
Las piñatas nacieron en China como una costumbre de Año Nuevo y más tarde fueron traídas a México por los españoles. Pero poco a poco se fueron uniendo a las costumbres de las celebraciones navideñas dentro de la Iglesia católica.
Las piñatas tradicionales deben tener siete picos, ya que estos representan los siete pecados capitales (soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza). Los dulces y frutas que caen cuando se rompe, representa bendiciones.
En algunas ocasiones las personas se vendan los ojos y esto significa la fe. Romper la piñata es romper al demonio y sus males.
Las piñatas usualmente estaban hechas con ollas de barro, periódico y se decoraban de colores. Actualmente también se hacen de papel mache y cartón para que no se rompa tan fácil.
Ahora se rompen por diversión y para convivir entre familias o amigos, pero siguen teniendo un papel muy importante en la cultura mexicana.