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Brisa Granados09 abril 2020 • 2 minutos de lectura
Durante siete años de pontificado Jorge Mario Bergoglio ha demostrado tener un estilo de vida sencillo, o por lo menos, mucho más que el de sus antecesores y los estándares del Vaticano. Así lo confirman tres especialistas a Central
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Con siete años de pontificado Francisco, como se decidió nombrar, ha hecho honor a este nombre, siguiendo los pasos de quien lo inspiró, San Francisco de Asís,
el pobrecillo de Asís
, como se refiere al santo italiano Antonio Berumen, caballero de la Orden de Malta mexicano, quien dio a Central su punto de vista sobre Francisco.
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Desde su nombramiento, el 13 de marzo de hace siete años, Francisco comenzó a sorprender con su sencillez: durante su presentación como el nuevo Papa decidió vestir una muceta blanca en lugar de una roja, como hasta entonces lo habían hecho sus antecesores,
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Después de dicha ceremonia, el nuevo Papa abandonó el Vaticano junto a otros cardenales hasta la Casa Internacional del Clero, ahí pagó la cuenta por su estancia y declinó el auto oficial con chofer que le correspondía utilizar como sumo Pontífice, relató a los medios de comunicación el vocero del Vaticano, el padre Federico Lombardi.
Desde entonces Francisco vive en la Casa de Santa Marta, –residencia construida por el Beato Juan Pablo II para el alojamiento de los cardenales y la comunidad eclesiástica cuando visitan el Vaticano– y renunció al privilegio de residir en el departamento papal del Palacio Apostólico, –con más de una docena de habitaciones y una terraza–, la razón del Papa es sencilla:
No soporto estar solo, a mí me gusta estar rodeado de la gente en todo momento
Su habitación es de lo más sencilla, es la número 201, ahí hay una cama y un crucifijo. Usa los apartamentos pontificios sólo para las audiencias y algunas reuniones
, nos explicó el Padre Cipriano Sánchez (ex asistente del ex Cardenal Norberto Rivera Carrera).
En su dormitorio hay un armario y una mesa. Una puerta que da al baño y otra a un salón en el que recibe visitas. Junto a una pared de ese salón tiene una imagen de San José, el Papa apoya allí todas las cartas y mensajes que recibe. Tiene también una imagen de la Virgen de Luján, patrona de Argentina
, agregó Jorge Brocal, corresponsal de Tv Azteca en el Vaticano.
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Francisco desayuna, come y cena en el comedor general de la residencia de Santa Marta, codo a codo con los cardenales y miembros de la iglesia que se encuentran ahí de visita. De repente se le ve meditando o rezando al lado de los empleados de la casa o de los jardineros.
A pocos días de ser nombrado Papa, Francisco salió, como todos los días, a las 5 am de su habitación en la Residencia de Santa Marta, y le preguntó a uno de los guardias suizos que custodiaban su puerta si ya había desayunado, él le contestó que no pues había montado guardia toda la noche, entonces se dirigió a la cocina para prepararle, él mismo, un sándwich y un café, lo obligó a deshacer guardia y a comer
, cuenta Toño Berumen el caballero de la orden de Malta mexicano.
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Ante los ojos de Alejandro Brocal, el Papa es un hombre disciplinado pues antes de las 5 am ya se ha levantado y jamás se va a la cama antes de las 10:30 pm, pero también trata de tomarse las cosas con serenidad y de vez en cuando se da algunos minutos para él:
Después de comer toma una siesta de entre 20 y 30 minutos, le encanta tomar mate, y sigue de cerca el fútbol, aunque su equipo favorito es el San Lorenzo de Almagro, tiene una camiseta de la selección mexicana
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Cuando Francisco tiene citas fuera de los muros del Vaticano siempre lleva consigo un maletín negro, ahí guarda un rastrillo para afeitarse, cepillo de dientes, su breviario, agenda, un libro, otro más sobre Santa Teresita y su celular, en él graba todos los números de las personas con las que desea comunicarse y el día menos pensado les marca él directamente, sin intermediario alguno:
¿Maestro Abel?,¿cómo está usted?
, preguntó al otro lado del teléfono el Papa Francisco. Le habló a Luis Abel Delgado, el sastre colombiano que durante cinco de los seis años de pontificado de Benedicto XVI diseñó sus vestimentas, pidiéndole que también trabajara para él.
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Otros gestos que diferencian a Francisco de sus antecesores es que tuitea su evangelio, se toma selfies con sus seguidores católicos, tiene Instagram y a veces se escapa de la Casa de Santa Marta para convivir y ayudar a los pobres.
Cada vez que he estado con él me ha impresionado su empatía: la capacidad de asumir los problemas y las alegrías de los demás. Es un hombre bondadoso pero operativo. Cuando le planteas un problema no se queda de brazos cruzados
