Redacción Central
La ciencia ha demostrado que si los niños toman clases de música a temprana edad, su cerebro es capaz de desarrollar habilidades intelectuales, auditivas, motoras y principalmente emocionales, esto de acuerdo con la Sociedad Norteamericana de Radiología.
Investigaciones médicas también reportan sus múltiples beneficios en el tratamiento de niños con trastorno por déficit de atención e incluso, con hiperactividad.
Aprender a tocar un instrumento musical a temprana edad, ayuda a estimular la memoria visual y en cierto modo muscular y auditiva.
La música aumenta la autoconfianza y mantiene una competencia social al fomentar los trabajos en equipo, enseñando así, a dar críticas constructivas; sin embargo, esto crea endorfinas, conocidas como “las hormonas de la felicidad”.