Por Brisa Granados
Adriana Llabres es una actriz mexicana de teatro y televisión que emigró a Londres para estudiar actuación, posteriormente, se mudó a Nueva York. Ahí, Adriana pasaría tres años trabajando en diversas obras de teatro. En sus tiempos libres, viajaba a México a visitar a su familia, y durante esos viajes de visita, empezó a recibir ofertas de trabajo en el país.
“A cada quien su santo” , “Paramédicos”, “Historias de la Virgen Morena” en 2012 y, especialmente, “Yo no creo en los hombres” del 2014 al 2015, en el papel de Jenny, el éxito de la serie la llevaría a debutar en cine con la película, “La habitación” en 2016.
Continuó su carrera con cintas como “Manual de principiantes para ser presidente”, “Qué pena tu vida” y “La visita”, actualmente Adriana obtuvo el protagónico en la obra “In Pursuit of Andromeda”.
Hace unos días tuvimos la oportunidad de sentarnos a platicar con ella, y esto fue lo que nos contó:
¿Cómo y cuándo decidiste ser actriz?
Mi mamá me llevaba al teatro y aunque siempre me atrajo, mi momento específico fue viendo “El fantasma de la Opera” en NY. Me quedé impactada por lo que estaba sintiendo. Hice una nota mental de que no sabía qué era eso que estaba sintiendo pero cuando creciera, yo quería hacerle sentir a la gente lo mismo. Varios años después me gradué en ese mismo teatro.
Cuando crecí me incliné a la medicina. Casi estudio para ser psiquiatra pero un día en el tráfico mi mamá me sugirió que buscara dónde estudiar actuación. Igual algún taller o un curso. La intención de mi mamá era no cortarme las alas, pero no creyó que yo le iba a tomar la palabra. A los cuatro días le presenté todos los papeles en la mesa y le dije con muchísima precisión lo que yo podía hacer y en lo que necesitaría su ayuda. En seis meses empecé a estudiar Actuación en Londres.
¿Cuál es el papel que más te ha marcado y por qué?
Hay varios… pero voy a elegir el más reciente; el que hice ahorita en Edimburgo. Una Sirena, peligrosa por naturaleza pero bien intencionada. En donde tuve que aprender a hablar córnico, cantar y volver a actuar en inglés. El trabajo y el proceso fue muy emocionante. Me marcó por la gran experiencia que fue estar haciendo esta obra en el Festival de teatro más importante del mundo en donde existe muchísima generosidad y respeto al Teatro y a la comunidad teatral.
¿Cómo defines tu paso por la actuación?
Nómada, Firme, Excitante.
¿Cómo ha sido tu paso por obras tan intensas y crudas?
Personalmente, creo que el reconocer el drama y tenerlo cerca en la ficción, ha hecho que mi vida sea más alegre porque entiendo mejor qué es lo que hace que algo sea dramático. Todo es percepción, y los personajes que hago son de una complejidad inmensa entonces me encanta desenredarlos hasta llegar a conocer sus motivos, razones, estrategias… Creo que los seres humanos en nuestra versión más honesta somos más parecidos a los animales y sacamos esa versión cuando nos sentimos en peligro, o una necesidad muy grande por lo que me he apoyado mucho del cuerpo y movimiento. Estos personajes me han abierto un ventanal a posibilidades corporales y apoyándome de la corporalidad entre otras cosas, busco que mis personajes sean diferentes. Así también es más fácil regresar a uno mismo después de dar función. Mi paso por estas obras tan intensas y crudas ha sido muy emocionante porque toco base con lo mas interno de los seres humanos. Mi búsqueda ha fortalecido mi compasión hacia los demás y hacia mi misma.
¿Qué haces cuando se te olvida una línea o a algún compañero?
Ese momento en el que todo se congela y parece que pasa una eternidad…!
Si me pasa a mí, improviso, y si le pasa a mi compañero, se la alimento de manera discreta. Nunca evidenciándolo. Si tiene que decir “perdí mi pluma” yo le diría “¿perdiste algo?” Hasta que tu compañero lo capte. Y ¡ya! ¡Sigues! No hay que dejar que eso interrumpa el juego que pasa en el escenario. El teatro está vivo y pasa de TODO. Me han pasado temblores, accidentes, perros ladrando… jaja!!
¿Qué ha sido lo más incómodo que te ha pasado en escena?
Ah pues justo! En Edimburgo empezaba la obra con un movimiento que aunque -esto no lo sabe la audiencia-, trabajé con la corporalidad de un lobo. Y de repente con mis movimientos empecé a escuchar ladridos esporádicos que venían del público. Jajaja la verdad me emocioné muchísimo “Este perro -o persona a la cual le gusta ladrar- y yo estábamos conectados, ¡venga!” –Pensaba mientras hacía lo mío- lo usé para canalizar a mi ser canino jaja. Al final me enteré que había entrado un perro acompañando a su dueño. Nunca me había tocado dar función a un perro. Estuvo padre.
Dinos 5 consejos para los chicos que desean convertirse en actores
· Entrenen su voz y su cuerpo. Con el cuerpo no quiero decir que se pongan hot, sino que lo conozcan y trabajen en su flexibilidad y en cuidarlo. Conocer sus botones y no parar de entrenarse.
· Escriban con quien les gustaría trabajar y por qué. Guarden esa lista. A veces uno se pierde en el camino creyendo que todos queremos lo mismo o que deberías querer lo que el de al lado. Regresa a esa lista cuando te sientas perdido.
· Si quieres ser buen actor trabaja en ser buena persona, en tenerte compasión, tolerancia y en ser generoso. Lo vas a necesitar y necesitamos gente como tú.
· Si quieres actuar, Actúa! No te esperes a que te contraten o que todo sea perfecto para hacer lo que más te gusta. Busca a un amigo que escriba, crea.
· Lee y vive. Platica con la gente. Acomídete. Sé parte del mundo. Esto, además de darte historias qué contar! Ampliará tu imaginación y rango.