Y es que entre las complicaciones que sufren los pacientes de esta enfermedad se encuentran la formación de coágulos que a su vez, pueden provocar infartos al miocardio, accidentes cerebrales o embolias pulmonares.
Por ello, mientras no exista una vacuna contra este virus, el uso de medicamentos anticoagulantes como la heparina, son una esperanza frente al COVID-19.
Pero cuidado, automedicarse no es la opción ya que el tratamiento se inicia cuando el paciente está hospitalizado y solo a consideración del médico tratante, podría seguirse en casa.
La aplicación preventiva de la heparina en conjunto con otros medicamentos como los antivirales, antiinflamatorios y el uso de respiradores artificiales, pueden evitar las complicaciones en pacientes con COVID-19, es decir, se podrían salvar más vidas.
Si este tema te interesa, puedes buscar mayor información en el Instituto de Cardiología, la Sociedad Mexicana de Trombosis y Hemostasia y el Grupo Cooperativo Latino Americano de Hemostasia y Trombosis (Grupo CLAHT).
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