Recientemente en China, se descubrió que el tocilizumab (Actemra/RoActemra), un fármaco recetado a pacientes de artritis reumatoide, dio resultados positivos en pacientes graves de COVID-19, ya que mejoró las defensas de los infectados y redujo las posibilidades de usar respiradores artificiales.
Esto puso en evidencia que el medicamento, probado en China, Francia y recientemente en Chile, previene que el sistema inmunológico sufra una peligrosa reacción inflamatoria llamada “tormenta de citoquinas”, la cual afecta a entre el cinco y el 10 por ciento de pacientes con coronavirus moderado o grave.
Tocilizumab es un fármaco biológico que se administra vía intravenosa y fue fabricado a través de técnicas de ingeniería genética vinculadas normalmente a una proteína del cuerpo humano, por lo que tiene la posibilidad de reducir las secuelas de COVID-19 en el sistema inmunológico.
Sin embargo, como cualquier medicamento, debe ser utilizado siguiendo las indicaciones del médico para cuidar la salud de los enfermos, así que debe informarse si el paciente tiene otros padecimientos, como diabetes o virus de inmunodeficiencia humana (VIH), o si es que, en simultáneo, estuvo tomando algunos otros fármacos.