Hay pocas maneras en las que se puede cambiar por completo la vida de una persona y con esto, dar un mejor rumbo al país, y la educación es una de ellas. Con la mente y el corazón en este gran objetivo, se creó Plantel Azteca, una escuela que ha cambiado el destino de miles de niños y que día a día colabora en la construcción de un México mejor.
Plantel Azteca surgió en 1997 con el objetivo de formar integralmente a jóvenes mediante una educación de calidad, con valores y excelencia académica, y, a partir de esto, contribuir a la mejora de nuestro país.
Y quién mejor para hablar sobre lo que significa esta institución, que aquellas personas que vivieron la experiencia y pueden decir de primera mano el impacto que tiene en la vida de los jóvenes. Así que platicamos con tres egresados de la escuela: Angélica Álvarez, Daniela Flores y Luis Octavio Arias.
Primero lo primero… ¿Qué es Plantel Azteca?
“ Plantel Azteca es una oportunidad para desarrollarte, estudiar… y tener una educación privada; simplemente dando todo de ti. Es una beca que puedes explotar para crecer, aprender, desarrollarte”, dice Angie al comenzar la conversación.
Luis Octavio agrega que se trata de “un proyecto enfocado a sacar el máximo de la educación desde una edad temprana, pues es muy importante lo que se te puede inculcar en la secundaria, cuando tienes entre 13 y 15 años. Es esa oportunidad para ser más con lo que ya tienes”. En Plantel Azteca, “te piden excelencia, pero también debes aprovechar las otras oportunidades que te dan, actividades que te hacen crecer tanto como estudiante como persona, que es el fin al que todos debemos aspirar”.
En resumen, abre las puertas a jóvenes, que de otra manera no podrían acceder a una educación de este nivel, para que puedan llegar mucho más lejos.
De una meta al sueño cumplido
Plantel Azteca se inauguró cuando Angélica estaba en 2° de primaria. Su papá escuchó del proyecto viendo “ A quien corresponda ”, de Jorge Garralda. Como trabajaba cerca, fue a conocer la escuela y se entusiasmó tanto que la llevó a verlo y le dijo que le encantaría que estudiara ahí y se convirtiera en “una mujer muy chingona”.
Angie vio una escuela enorme, en la que todos los estudiantes estaban contentos, y quería estar con ellos. “La vi como la escuela que nunca iba a poder tener si no le echaba ganas. Ese día me marcó muchísimo”, y comenzó el sueño de ser alumna de Plantel Azteca.
Después de varios años, en 2001, llegó el momento de hacer el examen y el estudio socioeconómico, en espera de conseguir uno de los espacios disponibles. “Somos muchísimos aspirantes para unos 200 lugares”.
Con todo el nervio de no saber si lo iba a lograr, Angie puso su corazón y todo su entusiasmo en lograr este sueño… y esperó meses por los resultados, que recibieron en el cumpleaños de su mamá: “No existían las consultas en internet, tenías que ir a la escuela a checar si te quedaste o no. Al llegar a la esquina del plantel, mi papá y yo nos agarramos de la mano de la forma más intensa, porque teníamos el nervio de no saber qué iba a pasar. Él entró para conocer el resultado y al salir, me dio la noticia de que sí obtuve la beca”.
“Estábamos tan emocionados por este logro que lloramos todos, mi mamá, mi hermana menor, mi papá y yo”.
En 2015, a Luis Octavio le sucedió algo similar. Su familia había escuchado sobre Plantel Azteca por algunos anuncios. Un día como cualquier otro, su papá, quien es taxista, iba pasando por Indios Verdes, vio el plantel y decidió pedir informes. Lo que no esperaba es que ese era el último día para obtener la ficha de ingreso. Sintió que era obra del destino; “se dijo ‘esto es por un motivo, estoy aquí por algo’, y sacó la ficha. Fue algo mágico”.
Luis Octavio hizo todo el proceso y presentó el examen. El día que se publicaban los resultados, se metió a la página y por error, vio los del ciclo anterior, en los que obviamente no aparecía. “Pensé que no lo había logrado, mis papás y yo tuvimos momentos de tristeza”. Pero más tarde, su mamá entró de nuevo a la página y vio que sí lo habían aceptado. “Fue mucha alegría de que se logró”.
El caso de Daniela fue un poco diferente. Ella sabía todo de Plantel Azteca porque su hermana, quien es seis años mayor, estudió ahí, gracias a que una profesora le contó que se trababa de una escuela de alto rendimiento a la que muy pocos entran, con lo que despertó su atención.
“Ella entró a Plantel Azteca cuando yo iba en la primaria. Vi ese ejemplo, iba viendo sus pasitos y su experiencia, y eso me motivó a entrar. Me esforcé muchísimo, estudié mucho para el examen”.
Otro ejemplo que recibió de su hermana fue haber ganado el premio Hugo Salinas Price, al mejor promedio de la secundaria. “Y dije ‘yo también lo quiero’. No sabía muy bien por qué lo quería, pero me encantó la medalla que le dieron”. Después de esforzarse mucho durante toda la secundaria, Daniela obtuvo el tercer lugar.
Una formación diferente que crea personas diferentes
La cantidad de oportunidades que te da Plantel Azteca es enorme, dice Daniela. “Me permitieron experimentar qué quería hacer y en qué era buena… justo lo que necesitas a esa edad. Te dan las herramientas para que puedas descubrirte”.
Pero aún más importante, “hay un diferenciador entre un alumno de Plantel Azteca y el de otra escuela: el compromiso con los estudios y el desempeño académico”. Esto, explica, es por el exigente ritmo de trabajo y de aprendizaje que tenían. “En Plantel Azteca adquieres ciertos skills que no cualquiera tiene: aprendes a ser perseverante, a echarle muchas ganas, a siempre dar un poquito más de ti y a ser responsable”, suma Angie a este punto.
“En Plantel Azteca adquieres ciertos skills que no cualquiera tiene: aprendes a ser perseverante, a echarle muchas ganas, a siempre dar un poquito más de ti y a ser responsable”
Otro aspecto a destacar por Daniela es que en la escuela obtuvo la flexibilidad de adaptarse a los cambios; “se dieron a la tarea de desarrollar nuestra inteligencia emocional”, de desarrollarlos integralmente y de inculcarles el deseo de buscar aprender y ser proactivos todo el tiempo.
“Fue muy importante estar ahí siendo adolescente”, asegura Daniela. Lo que aprendió “se resume en compromiso y respeto”.
Luis Octavio explica una parte fundamental del aprendizaje que obtuvo de esta forma: “Hay quienes son muy inteligentes, pero de nada sirve si no sabes aplicar esa inteligencia, y, en Plantel Azteca, pude saber en qué enfocar y cómo trazar mi camino”.
Retribuir y saber cómo impactar en la sociedad también tiene un gran valor en la escuela. Aprenden que no deben estudiar, sino que tienen una responsabilidad con la sociedad. “Esto le da sentido a todas tus acciones, hace que tengas un propósito más grande de lo que tú eres. Retribuir es muy importante, y eso fue lo que me enseñó Plantel Azteca”.
Por su parte, Angie comparte que conocer otras realidades en Plantel Azteca abrió su mente: “Éramos niños muy diversos, y eso te ayuda a ver la vida diferente. Tenía compañeros que venían todos los días desde Puebla, otros que eran de comunidades indígenas y algunos más que no tenían absolutamente nada y dependían de lo que dieran en el plantel para seguir estudiando”.
“Si alguien estaba en riesgo de perder la beca, estudiábamos todos juntos y hacíamos lo posible para que se quedara”.
Además, ahí tuvo experiencias y conoció a personas que le cambiaron la vida, así como la forma de ser y pensar. “Éramos una comunidad muy unida, nunca dejábamos atrás a nadie. Si alguien estaba en riesgo de perder la beca, estudiábamos todos juntos y hacíamos lo posible para que se quedara. O si alguien no tenía lunch, siempre había quien compartiera su comida. El plantel no solo te deja la beca, sino muchas experiencias de vida y amigos entrañables”.
El salto a la universidad
La preparatoria en Plantel Azteca no se trata solo de obtener los conocimientos de ese nivel, pues gran parte de la labor que hacen es guiar a los jóvenes para que den el paso a la universidad de la mejor manera posible.
Como parte de esta ayuda para dar ese importante salto, “te hacen un acompañamiento desde cuarto semestre, te preguntan a dónde quieres ir, qué vas a hacer, qué carrera vas a tomar. Te dan opciones de exámenes y te advierten que, de elegir una escuela pública, tienes que esforzarte más por las pocas plazas que hay”, comenta Angie, y complementa diciendo que los llevan de la mano, no los dejan solos. Ella estudió Relaciones Internacionales en la UNAM.
Daniela confirma que también se sintió acompañada durante este proceso. “En Plantel Azteca, te da las opciones de qué quieres estudiar y dónde, y te van guiando. De hecho, todo el último año de prepa es guiarnos”. Al final, decidió estudiar Economía y finanzas en el Tec de Monterrey.
Luis Octavio agrega que Plantel Azteca ofrece oportunidades para entrar a universidades privadas con muy buenas becas, por lo que durante el último año de prepa, participó en los procesos de varias solicitudes hasta que decidió estudiar Economía en el ITAM, con una beca del 90%.
Un camino profesional con el sello de Plantel Azteca
Ahora, Angie, Daniela y Luis Octavio trabajan en Grupo Salinas , bajo la dirección de Luis Echarte, quien no tiene más que buenas palabras sobre ellos y sus compañeros de escuela. Cuando conoció Plantel Azteca, notó un entusiasmo en los muchachos que no veía en otros lados.
Esto lo llevó a ser una de las primeras personas que les dio coaching, y se encontró con una actitud fuera de serie: “Hacían preguntas impresionantes, había mucho entusiasmo en todo lo que decían y tenían un gran deseo de conocer”.
Luis Echarte considera que esto tiene todo que ver con que en Plantel Azteca les enseñan a pensar y hay mucho dinamismo en las clases. Allí “les dan una educación un poco más especial y de calidad a gente que no tiene el dinero para pagarla”. Si son buenos y tienen la capacidad, les ofrecen una gran oportunidad.
Sobre los egresados de Plantel Azteca que ahora tiene a su cargo, asegura que “hacen lo que sea, resuelven todo. Tienen una chispa impresionante, mucho es por las oportunidades que se les dan: ven que puede haber más oportunidades y se avientan”.
“A muchas personas hay que empujarlas, pero ellos se empujan solos...”
Luis Octavio por ejemplo, estudia y trabaja. Todo empezó en 2020, con un concurso de Caminos de la Libertad . Todo el tiempo buscaba hacer algo diferente, así que se aventó a escribir un ensayo sobre la libertad, y ganó una mentoría con Luis Echarte. “Fue una gran experiencia”, que además lo llevó a conseguir una oportunidad laboral.
Para poder pagar los gastos de la universidad, Luis Octavio pidió trabajo a Luis Echarte y ahora forma parte de Grupo Salinas, mientras estudia en el ITAM. “La clave es saber organizar tus tiempos y alinear tus prioridades. Primero está el estudio, porque es el medio para alcanzar el siguiente fin. Luego está el trabajo, que me ayuda conseguir ese otro medio que es la educación”.
Daniela considera que gracias a lo que aprendió en Plantel Azteca, está abierta a otras posibilidades, y siempre trata de crecer y aprender. En 2018, comenzó sus estudios universitarios y al poco tiempo, se convirtió en asistente de casting en una casa productora, donde estuvo tres años: “Fueron experiencias padrísimas y comprobé que las carreras no te limitan”.
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Al terminar la carrera, Angie trabajó por varios años en la Cámara de Comercio México-China, hasta que le ofrecieron una plaza de asistente en Grupo Salinas. No le importó que el trabajo no tuviera que ver con su carrera, ella “tenía muchísimas ganas de entrar al Grupo, para mí era la oportunidad de regresar un poco de todo lo que me han dado en Fundación Azteca”.
Incluso, considera que haber sido asistente le marcó la vida, porque “estás detrás de un líder y eso te hace pensar en otros skills, como liderazgo, organización, lograr que todo se pueda. Si no hubiera pasado por esa parte formativa sería diferente y no entendería muchas cosas”.
Ahora está en el área de Sustentabilidad de Grupo Salinas, haciendo análisis en temas ambientales, sociales y de gobierno corporativo, así como desarrollando la estrategia de sustentabilidad del grupo. “Es un reto muy emocionante. A punto de cumplir siete años en Grupo Salinas, me siento plena y desarrollada. ¡Estoy muy contenta!”.
Este ha sido un arduo trabajo, tanto por parte de los egresados de Plantel Azteca que han buscado salir adelante, como parte del compromiso de Grupo Salinas por aportar al desarrollo de la sociedad, especialmente de los jóvenes; brindándoles oportunidades de crecimiento y desarrollo profesional, al mismo tiempo que ellos obtienen el trabajo de jóvenes profesionistas con ganas de aprender y salir adelante, convirtiéndolos en agentes de cambio para nuestro país.
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