A partir del nacimiento del internet, nuestra vida no ha sido la misma. Desde el crecimiento y la expansión de los buscadores hasta el auge de los sitios en la web para conocer personas en línea, la tecnología nos ha convertido en personas completamente dependientes del mundo digital. Dentro de él hemos podido encontrar nuevas amistades e intensos romances que buscábamos en el mundo “real”.
Debido a esto, se podría pensar que la tecnología nos ha hecho ‘flojos’ en todo sentido (incluida la manera de buscar y encontrar el amor). Pero, la verdad es que no es así, al contrario, la tecnología nos ha ayudado a diversificar nuestra mente y corazón de múltiples maneras: ahora podemos sentirnos más cerca con un mensaje de texto e incluso podemos conectar con alguien que se encuentra del otro lado del mundo.
De esta forma, las puertas del amor digital se nos han abierto de par en par y las posibilidades de enamorarnos o crear cualquier tipo de conexión se han multiplicado.
Tinder llegó a cambiar las reglas
En el 2012, en un campus universitario, se hizo una pregunta que cambiaría muchas cosas, ¿cómo logro conocer a alguien fuera de mi círculo cercano y desde mi teléfono? A partir de esta cuestión y como respuesta a la misma, los primeros ‘swipes’ nacieron hace 10 años y hoy han generado más de 55 mil millones de matches. Una verdad universal es que encontramos en la tecnología un aliado fiel para hallar no sólo a nuestra “otra mitad”, sino también, distintos tipos de conexiones que nos ayuden a conocer a nuevas personas más allá de nuestro círculo de relaciones más cercano y que, de otra manera, no podríamos hacerlo.
Gran ejemplo de esto ocurrió durante el famoso confinamiento ocasionado por el Covid-19, ya que cuando los primeros países en Europa cerraron sus fronteras ante la emergencia sanitaria, muchas personas comenzaron a utilizar Tinder Passport para conocer –de primera mano– qué ocurría del otro lado del mundo y así, saber cómo se encontraban las persona que estaban viviendo esa situación que, sin saberlo, en pocos meses todo el mundo lo viviría.
De esta forma se comprueba que la tecnología ha logrado crear nuevos vínculos aún sin conocernos.
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El futuro de las relaciones es digital
La pandemia cambió la manera en la que conectamos con otras personas y, debido a que nos mantuvo alejados de todo contacto físico, nos “enfrió” de cierta manera con respecto a la forma en la que concretamos encuentros presenciales; por lo que ahora, dar el primer paso, puede sentirse sumamente retador. Sin embargo, desde hace años, con tan solo deslizar un dedo, Tinder nos ha ayudado a conocer y conectar con otras personas que comparten los mismos gustos, intereses y distintas maneras de pensar que probablemente no conocerías en tu día a día.
Nos ayuda también a que podamos tener un sentido de control sobre cómo podemos acercarnos a alguien más, de forma segura y sin salir de casa, ¿acaso hay algo mejor?
Además, hemos podido conocer a alguien a través de las biografías de sus perfiles y fotos favoritas, complementadas con un listado de intereses, ayudándonos así a romper el hielo de forma más sencilla.
La realidad es que la tecnología nos ha ayudado a encontrar exactamente lo que buscamos y las etiquetas las ponemos nosotros mismos. ¿Quieres ir por un café con alguien o hablar de una causa social que te interese o incluso conversar sobre tus series favoritas? En la app puedes encontrar esto y más gracias a la pestaña de Explorar en donde a través de mosaicos interactivos podemos conocer a posibles matches con intereses en común. No todo tiene que ser un encuentro casual o un romance de una noche, ¿por qué no intentar salir de la zona de confort y atrevernos a platicar sobre el último capítulo de ‘House of the Dragon’ o simplemente quedar para conocer su restaurante favorito?
De esta forma confirmamos que la tecnología y el amor –en cualquiera de sus formas– han ido evolucionando y abriendo paso a nuevas maneras de relacionarnos, de forma más auténtica y real. Si aún no lo has hecho, atrévete a encontrar estas nuevas conexiones gracias a la tecnología que nos rodea todos los días.
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Este texto fue escrito por Tinder para Revista Central
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