El baile ha acompañado a la humanidad a lo largo de la historia y hablar de bailes eróticos va más allá de pensar en una danza que finalice con prendas íntimas, en la psicología puede usarse como una herramienta terapéutica y en Central te explicamos de qué va el asunto.
Los bailes eróticos han sido utilizadas como una forma de expresión artística, exploración de la sexualidad y hasta como una propia manifestación cultural.
Por ejemplo, la danza de los 7 velos de Oriente tuvo su inicio en un antiguo mito babilónico que dice que al morir Tamuz, el dios de la primavera y el florecimiento, su cuerpo fue ocultado, lo que llevó a su amante Ishtar, diosa babilónica del amor y la guerra, a buscarlo en el inframundo.
Ereshkigal, diosa del inframundo en la mitología sumeria-acadia y hermana de Ishtar deja que busque a Tamuz con una condición, que deje una ofrenda en cada una de las siete puertas del inframundo.
De esta manera, Ishtar dejó sus sandalias, joyas, ropa y corona en cada una de ellas, sacrificando su ego, voluntad, mente, iluminación, magia, sexualidad y divinidad. Al quedarse desnuda pudo entrar y rescatar a su amante.
Con el paso del tiempo, las personas que veían la danza de los 7 velos dejó de lado su propio significado hasta reducirla a una mera representación erótica para gozo y entretenimiento, un recurso meramente sexual.
El concepto anterior sobre los bailes eróticos los despojan de dos términos: sexualidad y erotismo, aspectos naturales de la experiencia humana que pertenecen a todos, independientemente del género.
Más allá del banal pensamiento de que en un baile erótico se termine sin ropa o en un acto sexual, los bailes eróticos pueden ser una herramienta terapéutica importante para conectar con uno mismo, fortalecer el autoestima, desarrollar la creatividad, entre otros aspectos.
Los bailes eróticos como herramienta terapéutica
Estos bailes como cualquier otro tipo de danza son una forma de expresión corporal y emocional libre, lo que facilita una conexión entre cuerpo y mente, promoviendo una mayor conciencia de la propia sexualidad y una sensación de poder personal.
Exploración de la sexualidad
El portal Mentes Abiertas Psicología refiere que “la práctica de bailes eróticos brinda la oportunidad de explorar y descubrir la propia sexualidad de una manera segura y sin juicios”.
Por otra parte, Alessandra Skcardocci menciona en el artículo Expresión Erótica Corporal: los bailes eróticos como herramienta terapéutica publicado en Psicología y Mente, que el ejercicio de auto percibirse como un ser sensual sin críticas frente al espejo, puede ayudar una persona a reconocer con más seguridad su propio cuerpo y conducta sexual libre a la hora de relacionarse en la cama con alguien más.
A través de movimientos sensuales se puede conectar con las propias fantasías y deseos, lo que permite una mayor intimidad y autoconocimiento.
Este proceso puede contribuir a mejorar la confianza sexual y a fortalecer la conexión con la propia sensualidad.
Empoderamiento
El portal Psiquiatría Online menciona que los bailes eróticos son una forma de empoderamiento personal, puesto que permite a las personas “liberarse de inseguridades, traumas y otras limitaciones relacionadas con la sexualidad”.
Autoestima
Los bailes eróticos como herramienta terapéutica contribuyen a apreciar y aceptar el propio cuerpo y por tanto a sentirse más seguro.
Desarrolla la creatividad
Al igual que en otro tipo de bailes, el cuerpo fluye con la música y se deja que el cerebro explore nuevos caminos, liberando nudos de pensamiento que desata la creatividad.
Mejora el estado de ánimo
El baile por sí mismo ayuda a la mente a dejar los problemas y preocupaciones, de esta manera los pensamientos negativos disminuyen, se reduce el estrés, la tensión y mejora el estado de ánimo aumentando los niveles de serotonina.
Como lo ves, los bailes eróticos que se han estereotipado o encasillado en el simple arte de dar placer a quien lo observa, pueden usarse como una herramienta terapéutica para empoderar, liberar a la mente de pensamientos negativos sobre el cuerpo y más.
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