El dolor es una respuesta física del cuerpo de los seres vivos, pero es el raciocinio humano el que ha llevado a analizar este efecto en muchísimos sentidos, que ha marcado a cada una de las sociedades de distintas formas. El concepto del dolor ha sido un punto de análisis sumamente importante, además de ser tomado como fuente relevante en la cultura, la religión, el arte y, por supuesto, en la medicina.
Dentro de la vasta historia que gira alrededor de los seres humanos, que data de hace 200 mil o 300 mil años, el dolor se ha atribuido a distintos factores, además que la perspectiva de este se ha alterado conforme evolucionamos como sociedad. Encima de esto, los avances tecnológicos y accesibilidad multicultural a nivel global ha unificado de forma sustancial nuestra percepción del dolor.
Con esto en mente, nos adentramos a la influencia del dolor y como es que este se ha transformado conforme avanzan los seres humanos en distintas sociedades, hasta la modernidad.
1. El dolor en la Prehistoria
Aunque no se tienen amplios registros de los primeros pasos del Homo sapiens en la Tierra, se cree que los humanos veían el dolor como un efecto meramente físico, pues en esta etapa, nuestra capacidad de razonamiento aún era limitada y esta sensación provocaba una respuesta instintiva de “luchar o huir”.
2. El dolor en las civilizaciones antiguas
Para las primeras civilizaciones, el dolor no se limitaba al plano físico y podía ser atribuido a espíritus o demonios, por lo que la figura de los sacerdotes o chamanes tenían un rol sumamente importante para estas sociedades. Estos podían liberar a las personas por medio de rituales o ceremonias, que constaban en canalizar a sus deidades o espíritus benevolentes para liberar a las víctimas del dolor.
En el caso de Egipto, se pensaba que el dolor surgía desde el corazón y era un castigo de Sekhmet, diosa de la venganza, la curación y la guerra, o de la mano del temible Set, que representaba el caos, el desierto y las tormentas. Los egipcios también utilizaban procedimientos medicinales para sanar los dolores, especialmente a base de hierbas, como cannabis, mandrágora y opio.
Resulta imposible tocar el tema del dolor en las culturas antiguas sin mencionar Grecia, quienes, por un lado, veían el dolor como un castigo de los dioses, mientras que filósofos como Platón y Sócrates planteaban la idea del dolor como un elemento inevitable en la vida de los seres humanos, que resultaba en una oportunidad para buscar la virtud y la reflexión.
La cultura griega no se limita a la percepción espiritual del dolor, también es motor para que figuras como Hipócrates comenzaran a analizarlo de una forma más palpable. Fue este gran maestro quien comenzó a buscar la forma de sanar a los habitantes de sus dolencias, siendo considerado al día de hoy el “padre de la medicina”.

Fue Aristóteles quien planteó que el dolor podría provenir del cerebro y no del corazón, como aseguraban los egipcios e Hipócrates, lo que lo llevó a investigar de forma más profunda el sistema nervioso central. Así mismo, señaló que el dolor podría ser producto de cambios de temperatura en el cuerpo, fue esta teoría aristotélica la base de la medicina por más de 20 siglos.
3. El dolor en las culturas asiáticas
Dentro de las diferentes culturas asiáticas, el dolor era considerado imposible de evadir en la vida de las personas, siendo este una parte fundamental para alcanzar la iluminación, al comprenderlo y superarlo, como un camino hacia la paz interior.
Para el budismo, se traza esta sensación como si se tratara de flechas, siendo el dolor la primera, la angustia por el dolor, la segunda y el sufrimiento (dukkha), la tercera. Para lidiar con esto, la filosofía traza lo que se conoce como el Óctuple Sendero, que son ocho caminos para eliminar el sufrimiento de nuestras vidas:
- La comprensión correcta
- la intención correcta
- El habla correcta
- la acción correcta
- el modo de vida correcto
- el esfuerzo correcto
- la atención plena
- la concentración correcta
En el Taoismo, el dolor es necesario para que exista el placer y la plenitud de vida, el Ying y el Yang, siendo este una oportunidad para crecer y aprender.
Para la cultura japonesa, la resistencia al dolor era parte de forjar el honor, dentro de las artes marciales y dentro de los códigos sociales, como el Bushido, que dictaba las acciones de los Samurai.
Así mismo, los Yakuza (la mafia japonesa), pone a prueba la fuerza y lealtad de sus miembros por medio del Irezumi, estilo de tatuaje que utiliza la técnica tory, que consta en inyectar la tinta a la piel por medio de una varilla. Estos tatuajes pueden llevar años en terminarse y ocupan gran parte del cuerpo, por lo que resistir este dolor era una prueba de pertenencia a esta organización.

4. El concepto del dolor en la Edad Media
En la Edad Media, el catolicismo era el motor de toda la sociedad, por lo que el dolor se transformó en una penitencia por los pecados de los fieles, con prácticas como la autoflagelación o medidas como los cinturones de castidad. La sensación de incomodidad era parte de pagar por las impurezas del alma y se creía que podía acercarnos al perdón de Dios.
Conforme avanzó la época del oscurantismo, la Iglesia llevó el concepto religioso a otro nivel tras crear la Santa Inquisición, exponiendo a tortura a cualquiera que pudiera ser considerado culpable de herejía.
5. El concepto del dolor en el Renacimiento
Al finalizar la Edad Media, para dar paso al Renacimiento, el dolor volvió a ser principalmente analizado como parte del desarrollo de las ciencias y fue aquí que, gracias a la llegada de la imprenta, comenzó la difusión a nivel mundial de los avances de la medicina y la industria farmacéutica. En este momento se comienza a estudiar más a fondo la anatomía humana, y un nombre muy importante para entender esto es el de Leonardo da Vinci.
Fue el genio italiano fue quien trazó la descripción anatómica de los nervios transmisores del dolor, provenientes del cerebro, a base de estímulos lanzados por la médula y el tercer ventrículo. Su investigación comprobó la teoría galénica, que planteaba que el dolor proviene de los estímulos del cerebro, conectado a diferentes nervios del cuerpo humano.
6. El concepto del dolor en los siglos XIX y XX
En el siglo XIX, el dolor cobra un nuevo sentido, pues en este periodo se comienza a analizar con mayor profundidad, no el dolor físico, más bien, aquellas dolencias que vienen de la psique del ser humano. En este periodo surge el psicoanálisis de la mano de Sigmund Freud, que se dedica a comprender el estatuto del dolor en el ser humano.
Es Freud quien comienza a catalogar diferentes tipos de dolor que antes no se habían analizado tan a fondo, como la melancolía, el displacer o los traumas generados en las distintas etapas de la infancia.

El siglo XX fue marcado por dos de los conflictos más importantes y violentos de la historia: la Primera y la Segunda Guerra Mundial. El dolor toma distintos caminos hacia la modernidad, especialmente después del terrible holocausto de Adolph Hitler. Un sobreviviente de este triste capítulo en la historia del ser humano, Abraham Maslow, crea una estructura acorde a los tipos de necesidades para alcanzar el bienestar en las personas, conocida como “la Pirámide de Maslow”.
Con el transcurso de las décadas, el dolor se transforma en un motor de crecimiento en materia de esfuerzo, dando pie a la conocida como “Hustle Culture” (cultura de ajetreo), que afirma que a base de trabajo duro y la productividad extrema, se podrá encontrar el éxito, muchas veces a costa del descanso, el autocuidado y el equilibrio entre la vida personal y el trabajo.
7. El concepto del dolor en la actualidad
En el siglo XXI, las nuevas generaciones han dado una vuelta de 180 grados a la Hustle Culture, buscando equilibrar la vida personal con el trabajo y cuidando su salud mental. Esto se hizo aún más notorio tras el confinamiento provocado por la pandemia de 2020, donde se hizo evidente la necesidad de las personas de cuidar su sanidad.
En la actualidad, el dolor ha dejado de ser un motor para crecer y encontrar el éxito, pues las nuevas generaciones consideran que el dolor es un síntoma de que algo está mal, buscando estilos de vida más afines a sus intereses personales y actividades fuera de una oficina.
Fuentes:
- SciELO, “El dolor y su tratamiento a través de la historia”.
- Centro Algia para la educación en salud, “El dolor en contexto histórico”.
- Frontiers in Pain Research, “Understanding pain in modern society: insights from attitudes to pain in the Medieval Period”.
- Revista de la Universidad (UNAM), “Del dolor y el sufrimiento”.
- Catholic.net, “El sentido cristiano del dolor”.
- Consejo Nacional de Investigación Científica y Técnica de Argentina, “El dolor en Freud”.
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