¿Será el olor? ¿El agradable calorcito que inunda tu casa? ¿La satisfacción de preparar algo rico? ¿Qué es lo que hace que cocinar y hornear mejoren el estado de ánimo? Un estudio resuelve qué ocurre que nos pone tan de buenas.
La pandemia obligó a muchos a enfrentarse a la cocina por primera vez en muchos años ( en toda su vida), el Internet se plagó de más contenidos de comida que de pronto estaban al alcance de cualquier cocinero por más inexperimentado que fuera… y es que más allá de cualquier encierro, cocinar u hornear traía un beneficio al estado de ánimo que quizás pocos podían identificar a plena consciencia, pero allí estaba.
Para muchos otros, las actividades en la cocina son una costumbre o un hobby común que además tiene el beneficio de poder reunir a los seres queridos a la mesa o que pueden ser un gran regalo o gesto para alguien que nos importa. Tanto así que crear nuevas recetas es un reto que conlleva grandes beneficios.
Pero volvamos al punto… ¿por qué este tipo de actividades nos hacen un poquito más felices?
Un estudio publicado en el Journal of Positive Psychology , se enfocó en cómo hacer proyectos creativos hace que las personas estén más relajadas y felices en el día a día… y claro, hacer nuevas recetas son un par de esas actividades pequeñas, pero diarias, que mejoran el estado de ánimo, en especial cuando las personas están emocionadas por lo que podrán cocinar al día siguiente.
Otras de las actividades creativas explicadas por la doctora Tamlin Conner , autora del estudio, son: escribir canciones, la escritura creativa, tejer, pintar, dibujar, diseñar y hasta cantar o tocar instrumentos.
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Ser creativo beneficia tu bienestar emocional
¿Cuál es el beneficio emocional (de haberlo) de ser creativo? Esta es una de las preguntas que los científicos decidieron responder con su estudio, pues en su investigación explican que es común que se estudie cómo las emociones afectan (o benefician) la creatividad, pero no al revés.
Para ello, llevaron un control diario de un grupo de personas que debían de resolver un par de preguntas clave para el análisis. Lo que los científicos encontraron es que quienes realizaron actividades creativas en el día, reportaron sentirse con más energía, más entusiastas y emocionados por el siguiente día.
Además, encontraron dos indicadores importantes, que generalmente la actividad creativa tenía la tendencia de sentimientos de calma, contento y relajación, pero hubo resultados que también daban estados de felicidad o complacencia, en particular un día después de la actividad creativa.
En pocas palabras, lo que los autores de este estudio han mostrado es que la creatividad puede ser parte de convertirte en una persona con mayor bienestar emocional, menor estrés y más sentimientos positivos.
Pero eso no es todo, aunque los actos creativos dan un mejor estado emocional, no es directamente proporcional a que este estado emocional te haga más creativo. Ellos explican que se trata de una espiral hacia arriba entre el bienestar y la creatividad.
Involucrarse en un comportamiento creativo conduce a un aumento del bienestar al día siguiente, y este aumento del bienestar facilitará la actividad creativa en ese mismo día.
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En ese sentido, la creatividad y el sentimiento de bienestar que generan es lo que ayuda a que las personas en general sigan sus actividades creativas y por tanto su bienestar.
Ahora bien, cabe resaltar que la muestra de esta investigación fue relativamente pequeña, de tan sólo 658 personas con un promedio de edad de 19.8 años –una edad que los científicos indican que es más proclive a realizar actividades creativas en el día–. Esto quiere decir que extrapolar estos resultados a la población mundial es complicado.
Mientras tanto, la psicología sigue investigando no sólo los nexos entre la creatividad y el bienestar emocional, sino también de usar la terapia culinaria como una método que puede ayudar a personas con ciertas condiciones como la depresión, ansiedad o adicciones.
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