Se habla mucho de los beneficios de correr y de hacer ejercicio , especialmente como el cuerpo agradece de forma continua el esfuerzo que requiere el ponernos en movimiento, sin embargo, no todo es color de rosa, y es que, especialmente cuando hablamos de maratones, los atletas están expuestos a la temible diarrea del corredor, pues sí, como dice la ciencia, correr activa tu metabolismo.
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La diarrea del corredor no es un mito o una leyenda urbana, al contrario, es una reacción del organismo que le puede pasar a cualquiera, especialmente cuando se trata de distancias largas , por lo que pasa bastante seguido, aunque parezca que a nadie se le ha ocurrido vender pañales para correr.
En 1982, la veterana Julie Moss tuvo una experiencia como pocas mientras corría el triatlón Ironman de Hawái, donde sus piernas dejaron de funcionar, al igual que sus intestinos, lo que provocó que todo saliera de su interior, sin embargo, terminó la carrera gateando, lo que la convirtió en una leyenda del triatlón.
Uno de los hechos más conocidos al respecto le sucedió a Paula Radcliffe en el Maratón de Londres 2005 , quién fue captada por las cámaras mientras se tuvo que detener a defecar en plena pista.
En 2016, Yohann Diniz terminó en octavo lugar, a pesar de que se desmayó varias veces debido a calambres estomacales, además de una terrible diarrea que salió sin control antes de llegar a la meta.
Estos casos no son aislados, y suceden con mucha frecuencia, y para comprobarlo, la
Librería Nacional de Medicina
realizó un estudio en 1992, donde cuestionó a más de 100 atletas, sobre su sistema digestivo mientras corrían, quienes reportaron cifras altísimas relacionadas con experimentar diferentes tipos de diarrea del corredor.
- El 62% interrumpió un entrenamiento para defecar.
- 43% aseguró sufrir diarrea nerviosa previo a una carrera.
- 51% experimentó diarrea después de la competencia.
- El 12% de los participantes sufrió algún incidente relacionado con incontinencia mientras corrían.
De acuerdo a este estudio, los síntomas incluyen dolor abdominal, y en algunos casos, sangrado rectal, además agrega que esta no tiene relación con la edad, o algún tipo de infección estomacal, alergias o tipo de dieta.
Un estudio más reciente, también publicado por la Librería Nacional de Medicina en 2017, reveló que este efecto secundario de correr se debe por la redistribución del flujo sanguíneo de los órganos esplácnicos (las vísceras) a los músculos que se están ejercitando, provocando isquemia intestinal, una enfermedad grave que causa severos dolores abdominales y mal funcionamiento del intestino grueso.
En casos menos extremosos, la diarrea del corredor puede estar relacionada a que, mientras se trabajan ciertos músculos con tal intensidad, algunos otros, como el esfínter anal, pueden perder el control, de acuerdo al cirujano de colon y recto de Novant Health en Charlotte, Carolina del Norte, Michael Dobson, en una entrevista para Mental Floss .
A alguien que se encuentra en medio de una actividad física extenuante, le resulta muy difícil mantener el músculo cerrado voluntariamente mientras realiza otras actividades con otros músculos de las piernas y la pelvis.
La famosa diarrea de corredor suele ocurrirle a atletas de alto rendimiento, por lo que no es pretexto para ya no salir a correr en las mañanas.
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