Para muchas personas, bailar resulta un acto casi natural. Ya que al escuchar la música, los hombros, las caderas y hasta los pies empiezan a moverse al compás de las canciones.
Sin embargo, existe otras personas en que el baile puede ser una tortura. No logran seguir el ritmo de la música, no pueden recrear pasos y consideran que tienen dos pies izquierdos para bailar. Pero ¿por qué pasa esto?
Platicamos con María Becerril, maestra en psicoterapia transpersonal e integrativa, especialista en emociones e integración familiar, y nos comentó que esto puede surgir por dos razones: problemas en movilidad y miedo al bailar.
¿Por qué no puedo bailar?
Una de las principales razones por las que se tienen “dos pies izquierdos” es por problemas en la movilidad, que se puede ver desde la infancia.
“Es más común que (la incapacidad para bailar) empiece desde niños. Hay papás que notan que los niños tienen algún problema en cuanto a falta de equilibrio, falta de coordinación, problemas de memoria… Entonces, si no se atiende y crecen, ya se tiene un problema para bailar o para recordar”.
“El baile activa, desde que escuchas la música, una emoción en el cerebro y, de ahí, se activa el sistema nervioso para generar hormonas y adrenalina. Estas actividades se generan porque vas a necesitar un esfuerzo adicional y el baile, porque hay movimientos físicos, se activa el sistema motor”.
“Entonces, si tú desde niño ya traías un tema y tus papás no lo notaron o no fue un problema, ya de grande te topas con esto (no poder bailar)”.
Para detectar si un niño enfrenta problemas, la psicóloga María Becerril indica estar muy atentos a las señales.
Si a tu niño se le cruzan los pies, si le dices que vaya para un lado y se va para el otro, si le cuesta prestar atención o si se cae constantemente, hay que trabajar en el área motora del lóbulo frontal.
Una vez detectado un problema, se debe “tomar terapia motora, para que un psicólogo clínico lo pueda trabajar”.
Miedo a bailar
Además de los problemas en la movilidad, algunas personas pueden presentar problemas al bailar por seguridad y miedo al exponerse en público.
“Lo que más paraliza a las personas para hacer este tipo de actividades (bailar) es la parte emocional, porque se involucran los miedos y esta falta de experiencia de ‘pues nunca me atreví a hacerlo o me da miedo sentirme torpe’”.
“La emociones también juegan un papel importante en las limitaciones para el baile y este tipo de consulta, por el miedo a bailar, es recurrente”.
“Aunque no he tenido un caso específico de ‘me da miedo bailar’, sí llegan por el miedo a la socialización y, dentro de la socialización, lo que hacemos es trabajar con las cosas que nos hacen feliz o el famoso ‘que me da para arriba’, entonces ahí sí entramos en contacto con la música”.
He visto que las personas que no se atreven a bailar, aunque se mueren de ganas, por no tener confianza y la gestión emocional para que se atrevan a hacerlo.
Para trabajar en la confianza, el ritmo y el baile, María Becerril recomienda nos da un gran tip.
“Lo más sencillo es cerrar tus ojos y seguir la secuencia que tu cuerpo te diga, o sea, aprovechar tu creatividad, pon una canción que te guste y no autojuzgarse de ‘si lo hago bien o lo hago mal’, sino comenzar a dejar que la música fluya a través del cuerpo. Que los movimientos sean los que te nace hacer. Aprender a disfrutar la música y llevar el ritmo como lo sientas”.
Recuerda, “el baile es diversión y expresión, nada más. No es cómo debería de bailar según el ritmo, no, es ‘me quiero divertir y quiero expresarme en mi propio idioma’”.
*María Becerril es maestra en Psicoterapia Transpersonal e Integrativa. Especialista en Emociones e Integración familiar. Además de tener formación Financiera, está certificada como maestra de Yoga, Máster Reiki y Guía de Meditación.
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