En temporada de frío o calor, siempre viene bien una cerveza bien helada, ya sea en reuniones con amigos o disfrutar de eventos deportivos, para “chelear”, México se pinta solo, sin embargo, esta bebida alcohólica tiende a inflamar y provocar algunas molestias, pero… ¿Por qué sucede y qué hacer para que no te empanzone?
De acuerdo con la Secretaría de Economía del Gobierno Federal , nuestro país es el tercer país en América Latina que más consume cerveza. La estimación indica que una persona en promedio por año puede consumir hasta 60 litros.
Por otra parte, según información de Kantar , una empresa de consultoría y datos, el 65% del consumo de cerveza se realiza los fines de semana, siendo el domingo el día de mayor consumo, seguido del sábado.
¿El momento predilecto para una chelita? La comida. Aunque también se suele consumir con frecuencia por la tarde-noche como un momento de diversión y relajación.
En relación a lo anterior podemos ver a través de los números que la invitación para tomar una cerveza casi nunca se desprecia, pese a la molesta inflamación siempre puede ocurrir.
¿Por qué la cerveza inflama?
Existen dos factores principales por los que la cerveza resulta en inflamación, dolor e incomodidad estomacal.
La primera es su constitución, al ser fermentada se convierte en una bebida carbonatada de manera natural, de esta forma los microorganismos presentes generan dióxido de carbono.
Ahora bien, para que el sistema digestivo funcione correctamente contamos con gases naturales como el oxígeno, el dióxido de carbono o el hidrógeno que al tomar cerveza se puede incrementar la cantidad de dióxido de carbono, lo que provocaría la inflamación.
La segunda razón por la que la cerveza inflama es que el alcohol es una toxina, por lo que la inflamación es una forma innata del cuerpo para protegerlo de virus y bacterias.
¿Qué hacer para que la cerveza no te inflame?
1. Evita tomarla directamente de la botella o lata
Oxigenar la cerveza al pasarla a un vaso permite que el dióxido de carbono atrapado se libere y por ende el gas que te empazona.
2. Manera de servirla
La clave está en que al servirla se genere espuma (sí, aunque nos hayan enseñado a cuidar el servir la cerveza sin derramar), de esa forma el dióxido de carbono se libera y va hacia la superficie en lugar de quedar atrapado en el fondo del vaso.
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3. Come
Lo que hemos aprendido gracias a la vida adulta es que ingerir bebidas alcohólicas sin haber comido previamente algún alimento es una mala decisión, pues un estómago vacío en adición a la cerveza únicamente provocará problemas digestivos y gases (sí, aún más gases de los acostumbrados).
4. Alimentos
Selecciona bien los alimentos, aunque es muy tentador un combo ganador de cerveza con alitas, papas y hamburguesa, procura no mezclar proteínas, ni combinar la bebida con alimentos muy procesados.
5. En exceso, nada
El consumo excesivo de cerveza y cualquier otro tipo de alcohol pone en riesgo tu salud.
Pregunta seria: ¿Cerveza clara u oscura?
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