Seguramente te ha pasado. Un día presentas ligeros síntomas de gripe como congestión nasal y dolor de garganta. Nada grave.
Más tarde, al caer la noche, los síntomas se complican. Sientes que no puedes respirar, que la garganta se cierra, que los ojos arden y el cuerpo duele.
Debido al malestar decides ir a dormir; pero no lo logras. Los síntomas incrementan, te sientes peor conforme pasan las horas y solo puedes preguntarte, ¿por qué las enfermedades empeoran o se complican en la noche?
Que las enfermedades empeoren e incluso se compliquen en la noche no es producto de nuestra imaginación. Sí ocurre y tiene algunas bases científicas que debes de conocer.
La noche y las enfermedades
De acuerdo con diversos científicos, existen diversas razones por las que las enfermedades suelen complicarse durante la noche y están relacionados desde la postura, hasta por los ritmos circadianos.
Ritmos circadianos
Los ritmos circadianos podrían ser unos de los responsables por la que las enfermedades se agraven.
De acuerdo con el National Institute of General Medical Sciences , los ritmos circadianos son cambios físicos, mentales y conductuales que siguen un ciclo de 24 horas.
Estos ciclos ayudan a preparar al cuerpo a la hora de dormir y está muy relacionado con el sistema inmunológico y la liberación de cortisol.
Un estudio publicado en la revista Brain y creado por Inés Daguet, Véronique Raverot, Didier Bouhassira y Claude Grofier, señaló que los ritmos circadianos al prepararnos para dormir, pueden intensificar la sensación de malestar.
Esto se debe a que durante la noche, el sistema inmunológico trata de combatir los virus, bacterias y enfermedades liberando químicos y hormonas que provocan inflamación en el cuerpo.
Esta inflamación se puede percibir como dolor, fiebre o como si alguna parte del cuerpo estuviera muy inflamada.
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La postura al dormir
Sigamos con el ejemplo de la gripe. ¿Por qué la molestia de la congestión y escurrimiento nasal se siente más al ir a dormir que en el día? Todo se debe a la postura.
Durante el día, debido a que estamos de pie, no percibimos tan molesta la congestión y escurrimiento nasal.
Pero al dormir, cuando el cuerpo está recostado, la mucosa nasal no suele viajar fácilmente hacia la garganta, sino que se queda por más tiempo en la nariz, haciendo que nos levantemos a sonarnos.
Esto también ocurre con el dolor. Si tenemos dolor de muelas o cabeza, será más intenso cuando estemos acostados, debido a que hay más sangre en la cabeza.
El silencio y la oscuridad
Algo que también podría explicar que los síntomas aumentan en la noche es que ya no contamos con los mismos estímulos y distractores que en el día.
La noche, al ser más silenciosa y oscura, puede aumentar la percepción de que algo no anda bien con nuestra salud y que estamos empeorando.
Podemos sentir más dolor, más debilidad y más cansancio que lo que sentimos en el día.
Como ves, sentir que los síntomas de cualquier enfermedad aumentan por la noche es real.
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