El sarcoma es un tipo de cáncer bastante característico, pues este se genera en los tejidos blandos del cuerpo humano, especialmente en aquellos que recubren, conectan o sostienen las extremidades del cuerpo humano. Estos se presentan como bultos o nódulos indoloros, y también pueden aparecer en los huesos, los músculos, la grasa, los vasos sanguíneos, los nervios y los tendones también.
Hay que resaltar que estos tumores, a pesar de ser indoloros, son malignos, pero por su naturaleza, muchas veces son confundidos por lipomas, o pasados por alto por el paciente e incluso, por el personal médico. Por si esto ya sonara bastante complicado, existen alrededor de 70 tipos de sarcoma.
Síntomas del sarcoma
La señal principal que puede elevar la sospecha de un sarcoma es una protuberancia, en la mayoría de los casos, sin embargo, existen otros síntomas que apuntan a este tipo de cáncer:
- Bulto indoloro, en la mayoría de los casos, aunque en otros, puede presentar dolor
- Fractura repentina de un hueso, incluso sin que haya ocurrido algún tipo de lesión.
- Pérdida repentina y acelerada de peso
- Dolor en la zona del abdomen
- Dolor en el sistema óseo
¿Qué provoca el sarcoma?
Es verdad que las causas que pueden resultar en factores de riesgo para generar un sarcoma no están completamente claras, hay varias características ambientales y genéticas que pueden facilitar el desarrollo de este tipo de tumores. Esto incluye pacientes que hayan sufrido de otro tipo de cáncer y que hayan sido irradiados, es decir, que hayan recibido quimioterapia o radioterapia.
Así mismo, trastornos hereditarios pueden incrementar el riesgo de desarrollar este tipo de tumores malignos, tal es el caso de la esclerosis tuberculosa, o el Síndrome de Werner, que es un trastorno de envejecimiento rápido. Los pacientes de VIH y de herpes humano 8 también son propensos a desarrollar linfomas.
La exposición a algunos componentes químicos como el arsénico, el dióxido de torio (se encuentra en algunas cerámicas) y el cloruro vinílico (lo tienen ciertos plásticos) también pueden generar sarcomas.
¿Cómo se diagnostica el sarcoma?
Aunque puede ser complicado encontrar la posibilidad de un sarcoma, el diagnóstico se realiza por medio de una biopsia, que puede ser de la mano de una aguja gruesa para extraer parte del tejido, o por medio de una incisión, donde se toma una muestra de la zona sospechosa. Esta requiere la presencia de un cirujano, un radioncólogo y un radiólogo intervencionista.
¿Cómo se trata el sarcoma?
Una vez que se realizan las pruebas necesarias, si la presencia del sarcoma resulta positiva, la única forma de extraerlo es por medio de una cirugía, además de radioterapia, o en casos más graves, con quimioterapia. Este respaldo se puede realizar antes o después de la operación, dependiendo del tipo de tumor.
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