En ocasiones, conciliar el sueño puede ser todo un dilema, ya sea porque se te pasó el café, o el exceso de estrés, entre otros factores, los que pueden hacer que levantarte de la cama parezca toda una hazaña. La medicina ha estudiado el descanso de las personas y sus trastornos por décadas, con la finalidad de entender las sustancias que inducen el sueño, y sus efectos generales en los pacientes que las pueden necesitar.
Con la finalidad de entender mejor estos fármacos, platicamos con la Doctora Graciela Muñoz Hernández, Médica Psiquiatra a través del Instituto Nacional de Psiquiatría, que cuenta con estudios en la Clínica de Sueño . Ella está especializada en los campos de depresión, ansiedad, insomnio, trastornos psicóticos, adicciones, TOC y trastorno bipolar.
¿Cuáles son las sustancias más usuales para inducir el sueño?
Existen varias categorías respecto a las sustancias que ayudan a inducir el sueño, como el grupo de las benzodiazepinas, tal es el caso del clonazepam o el diazepam. Así mismo, la Doctora nos menciona el grupo de los antihistamínicos, que pueden ser los más reconocidos, que incluso se anuncian en televisión, como la difenhidramina y la hidroxizina.
Graciela agrega que estos medicamentos comenzaron como tratamientos para la gripe, sin embargo, el efecto secundario de somnolencia los llevó a promocionarse como un remedio para el insomnio. Otra de las categorías de las sustancias que inducen el sueño forman parte de los medicamentos antipsicóticos, tal es el caso de la quetiapina, utilizada en el tratamiento del desorden bipolar y la esquizofrenia, pero que en dosis pequeñas ayuda a conciliar el sueño (de cero a 100 miligramos).
Estos no son los únicos tipos de fármacos para inducir el sueño, así mismo, hay otros medicamentos denominados como “misceláneos” que no entran en alguna de las categorías antes mencionadas. De este tipo de sustancias, está la mirtazapina, antidepresivo que a dosis muy bajas (de 15 a 45 gramos) funciona para dormir.
La pregabalina y la gabapentina son relajantes musculares, que si bien, no inducen el sueño como tal, ayudan a relajarnos, por lo que funcionan en caso de que el insomnio sea provocado por estrés o ansiedad.
Sobre la melatonina, la Doctora afirma que esta hormona no es inductora del sueño, nos explica que esta tiene una función muy específica, que consta en regularizar los trastornos del ritmo circadiano, que son los intervalos en los que suceden las fases del sueño.
La melatonina no es inductora de sueño, si yo me la tomo, no me va a hacer dormir. Para lo que sirve es muy específico, y es para trastornos del ritmo circadiano, cuando esté invertido el ciclo de sueño, y para el jet lag.
¿Cuáles son las contraindicaciones generales de estas sustancias?
Cada fármaco tiene sus contraindicaciones, la Doctora Muñoz señala que, por ejemplo, las benzodiacepinas; clonazepam, diazepam, alprazolam; tienen una importante relación con el alcohol, y es que ambos actúan en el mismo receptor (GABA). Cabe destacar que ambos son procesados en el hígado, lo que puede provocar que el organismo se intoxique con mayor rapidez, lo que se traduce a que el alcohol hace efecto de forma más rápida.
Por otro lado, la mirtazapina, al ser antidepresivo, puede provocar aumento de peso y un incremento en riesgos metabólicos, como disparar la diabetes, triglicéridos, o alteraciones cardiacas. La Doctora especifica que esto se da solamente en caso de que el paciente sea propenso a estas enfermedades, por lo que recomienda que la persona que lo requiera, revise muy bien su historial médico y familiar.
La mirtazapina es un antidepresivo, y aquí el problema es que causan comúnmente aumento de peso, e incremento de riesgo metabólico. Estamos hablando de diabetes, lípidos alterados, triglicéridos, (o) alteraciones cardíacas. A alguien que tiene predisposición a esas enfermedades no se recomienda que indiquemos este tipo de medicamentos porque podría empeorar el problema.
¿Quién realmente necesita este tipo de sustancias?
La Doctora Graciela señala que es sumamente importante valorar el grado de severidad del insomnio, además de reconocer que tipo padece el paciente, si este consta de la dificultad para conciliar el sueño al acostarse, si la persona duerme, pero se despierta todo el tiempo, o si se despierta antes de la hora que debería, sin poder dormirse de nuevo.
Este patrón debe repetirse por un periodo de tres meses para que sea considerado algo crónico, y en este caso, la Doctora recomienda consultar a un médico, ya sea general o a un psiquiatra. Graciela revela que esta idea parte de que el insomnio no viene por sí solo, y de hecho, está ligado con otro tipo de trastorno, como depresión o ansiedad.
Si estamos hablando de que ya es algo bastante crónico (el insomnio), lo ideal sería ver a un médico
Es importante que antes de que recurras a alguna de estas sustancias que inducen el sueño, tomes en cuenta los consejos de la Doctora Graciela Muñoz, y consultes a un especialista para que valore tu situación.
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