Para nada es un secreto que dormir bien y descansar son esenciales para la salud y el bienestar general. Sin embargo, conseguir un sueño de calidad no siempre es fácil y además de las terapias del sueño, las vitaminas pueden jugar un papel importante.
De acuerdo con información publicada en 2023 por la Gaceta UNAM , “existen aproximadamente 80 tipos de trastornos del sueño y se estima que en México el 45% de la población adulta presenta insomnio, apnea o ronquidos, los principales trastornos del sueño por lo cuales las personas buscan ayuda médica”.
Rafael Santana Miranda, responsable de la Clínica de Trastornos del Sueño de la Facultad de Medicina , enfatizó en el mismo artículo que el promedio ideal que debe dormir una persona adulta para alcanzar un sueño reparador y un descanso óptimo es de entre 7 y 8 horas diarias, un panorama que hoy en día está lejos de alcanzarse debido a los múltiples factores de vida. Aunque en entrevista con Revista Central , nos explicó que ese parámetro es general y que cada persona en realidad tiene una cantidad óptima de horas de sueño.
Entre las consecuencias que hay al no dormir se encuentran episodios de cansancio y fatiga, trastornos agudos de insomnio y ansiedad, desarrollo de enfermedades crónico-degenerativas como diabetes, hipertensión, alteraciones cardiovasculares y obesidad.
Si bien la terapia del sueño y la medicación recetada pueden ayudar en los trastornos del sueño, algunas vitaminas pueden ser un excelente complemento para ayudarte a dormir y descansar.
Vitaminas que te ayudan a dormir y descansar
1. Vitamina D
El Instituto del Sueño de Madrid señala que la deficiencia de vitamina D podría ser una de las causantes de tener una calidad mala del sueño y una menor cantidad, por tal motivo, podría ser una de las idóneas a consumir para buscar un buen descanso y propiciar el sueño.
Detalla que esta vitamina se puede encontrar en una cantidad baja en los pescados azules o en los huevos, pero es un nutriente que también puede tomarse en forma de pastillas para satisfacer el requerimiento del cuerpo.
El portal Sleep Doctor señala que la luz del Sol es la principal fuente de vitamina D. “El cuerpo produce su propia vitamina D en respuesta a la exposición a la luz solar. Por este motivo, la vitamina D no se considera una vitamina en absoluto, sino que se clasifica como una hormona”.
2. Vitamina A
A pesar de que la mayoría de la evidencia científica indica que la vitamina A está relacionada con la salud ocular y la función inmunológica, otros estudios revelan que puede contribuir a una mejor calidad del sueño.
Un estudio publicado en Frontiers in Nutrition descubrió que “la vitamina A puede afectar los ritmos circadianos al unirse a los receptores de ácido retinoico en el ciclo de retroalimentación circadiano”. Es decir, la vitamina A podría incentivar patrones de sueño saludables.
La vitamina A está presente en los huevos, espinaca, acelga, zanahorias, calabaza, mango y papaya.
3. Vitamina C
Además de funcionar como antioxidante, la vitamina C ayuda en la absorción de hierro, en la función inmune, síntesis de colágeno, y la reducción de la apnea del sueño.
National Institutes of Health destaca que los alimentos ricos en vitamina C son las frutas cítricas, pimientos rojos y verdes, kiwi, brócoli, fresas, melón y tomates.
4. Vitaminas B
Sleep Foundation indica que las vitaminas B3, B6, B9 y B12, pueden “afectar directa o indirectamente a las hormonas del sueño”.
La vitamina b12 está relacionada con el sueño breve, problemas para dormir y somnolencia diurna excesiva. La vitamina B6 es necesaria para la síntesis de melatonina, una hormona que regula los ciclos de sueño y vigilia, etc.
Medline subraya que el rango de vitaminas B puede encontrarse en el atún, salmón, plátano, legumbres, carne de res y cerdo, nueces, granos enteros, cereales fortificados, garbanzos y más.
Recuerda que es importante acudir con tu médico especialista a fin de revisar la condición de tu cuerpo y valorar las cantidades de vitaminas para ayudarte a dormir y descansar en caso de necesitarlas. Evita automedicarte.
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