Aix-en-Provence, en el sur de Francia, tiene un encanto irresistible. Desde la época romana, esta bella ciudad ha atraído viajeros, quienes la visitaban para beneficiarse de las propiedades reconstituyentes de sus aguas termales. Sus visitantes han incluido luminarias como Winston Churchill y Pablo Picasso.
Es famosa por sus golosinas gourmet calissons y reconocida por su ritmo de vida relajado, así como por el encanto de su casco antiguo y la famosa plaza Mirabeau. El casco antiguo es el lugar perfecto para pasear, con sus agradables plazas pequeñas, numerosas mansiones de los siglos XVII y XVIII, fuentes encantadoras, bonitas tiendas, animadas terrazas de café, mercados de flores llenos de los colores y aromas de Provence.
Desde la época romana, esta bella ciudad ha atraído viajeros, quienes la visitaban para beneficiarse de las propiedades reconstituyentes de sus aguas termales.
Un espacio lleno de arte y rodeado de lavandas
En términos de arte, Aix está indisolublemente ligada a Paul Cézanne, el pintor postimpresionista del siglo XIX que nació y se educó allí. A lo largo de su vida se inspiró en las cercanas montañas de Sainte-Victoire, que aparecen en muchas de estas obras.
En el corazón de esta ciudad tan amada por Cézanne, el hotel Villa Gallici by Baglioni, miembro de Relais & Châteaux, nos sumerge en un mundo de fantasía.
Este lujoso hotel Baglioni ocupa una casa provenzal del siglo XVIII. Rodeado de campos de lavanda y cipreses, el entorno es provenzal por excelencia, sin embargo, está a solo unos minutos de Cours Mirabeau y del centro de la ciudad.
Las habitaciones y suites del hotel están decoradas con una extravagante perfección en el estilo de “fantasía de gabinete provincial”. Rodeados de arte, arbustos, antiguas fachadas y paredes tapizadas con toques dorados y majestuosos, los visitantes se dejan llevar por un lujo auténtico y seductor.
La suite Picasso –donde tuve el placer de hospedarme– está amueblada con un estilo auténtico provenzal, que incluye obras de arte históricas. Con fragancia de lavanda en el aire, es un paraíso de belleza clásica que posee un alma única.
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