Roma nunca deja de enamorarnos. Allí, nos esperan sorpresas en cada esquina, desde ruinas romanas hasta bellas iglesias con impresionantes obras de arte. Siempre tenemos algo nuevo que descubrir en esta ciudad milenaria.
Uno de estos tesoros es la monumental escalinata de 135 peldaños de la Piazza di Spagna en Roma –conocida como “la escalinata al cielo”–, que fue inaugurada por el papa Benedicto XIII con ocasión del Jubileo de 1725. Su construcción se llevó a cabo gracias a aportaciones de la Casa de los Borbones franceses, para conectar la embajada española con la iglesia de Trinità dei Monti.
En esta, una de las direcciones más codiciadas de toda Italia, se alza una encantadora residencia del siglo XIX que alberga un exclusivo y lujoso hotel: Hassler Rome, el cual está perfectamente renovado, pero retiene su atmósfera clásica y un estilo auténtico.
Su excelente ubicación, en la cima de la Escalinata Española, junto a la iglesia de Trinità dei Monti, le proporciona un potencial casi ilimitado. Desde ahí podemos explorar y adentrarnos en Roma como nunca antes, volviéndonos parte de su magia, su cultura y su historia.
Con su gran sonrisa y amplio conocimiento hotelero, Mr. Wirth, propietario y gerente general de Hassler, lo ha convertido en una de las joyas más preciosas de la ciudad. Durante casi dos siglos, la familia Bucher-Wirth ha dejado su huella en el campo de la hospitalidad de lujo.
La pasión, la dedicación y el toque personal de Mr. Wirth han llevado al hotel a lograr su posición como uno de los mejores hoteles de Europa y el destino preferido para las estancias de la élite de la sociedad en Roma. Durante los últimos 100 años, casi todas las firmas famosas se pueden encontrar en el “Libro de oro” de Hassler, pues se han hospedado miembros de la realeza, celebridades, escritores, artistas, músicos y líderes de opinión de todo el planeta.
Parte de The Leading Hotels of the World –una increíble colección de los mejores hoteles del mundo– Hassler es un impresionante refugio de lujo en el que cada instante es una oportunidad de vivir momentos de hedonismo puro y de dejarse llevar por la fascinante atmósfera de esta histórica ciudad.
Desde que abrió sus puertas en 1893, ha mantenido la codiciada posición como el hotel más prestigioso de Roma, dominando una de las vistas más exclusivas del mundo sobre las iglesias, las cúpulas y los tejados de la llamada “Ciudad Eterna”. Bajo la fresca sombra del alto jardín vertical de su restaurante, Palm Court, levanto mi copa y brindo por la belleza que me rodea.