Como un alocado sueño, donde la lógica y lo común desaparece y nuestro alrededor se mezcla y vuelve uno con nuestra imaginación, Encanto Acapulco nos transporta a un mundo de fantasía donde cada instante es magia pura.
Los vibrantes y cambiantes colores juegan frente a los ojos como ilusiones ópticas. Azul, rosa, rojo, verde… las paredes, el piso, el techo y hasta los árboles son un momento de un color y al siguiente de otro, luciendo más y más irreales cada instante.
Aquí, la arquitectura es armonía, destinada a iniciar una conversación y generar espacios en los que se puede escuchar música y volverse uno con el ambiente, que, al mismo tiempo, se convierten en un hogar temporal con un servicio sencillo y discreto.
El creador de esta maravilla
Se trata de un concepto del arquitecto Miguel Ángel Aragonés, que resulta en un hotel en proporciones humanas, complementado por la armonía de la arquitectura con el entorno circundante.
Ajeno por convicción a círculos, colegios y asociaciones de arquitectos, Miguel Ángel ha realizado una rica y original obra arquitectónica a lo largo de dos décadas, y ha sido expositor y conferencista en múltiples universidades de México y el extranjero.
Su impactante obra en Acapulco, el hotel Encanto, fue reconocido con el “Merit Award” por IALD International Lighting Design Awards.
Los elementos naturales son los anfitriones, pero nosotros somos el centro del universo, rodeados de objetos y servicios pensados para darnos el máximo confort y la mayor privacidad.
Una experiencia sin igual
Enclavado en un punto único del fraccionamiento Brisas Marqués, con una vista espectacular y privilegiada de la bahía, es un espacio de tranquilidad, paz y luz, de arquitectura única, que permite encontrarse con el océano en cada rincón y experimentar a cada paso una sensación nueva.
Las habitaciones fueron diseñadas con creatividad y son un santuario para los sentidos, pues capturan la luz natural y nos brindan hermosas vistas al mar y al cielo.
De la misma manera que en el resto del hotel, los elementos naturales son los anfitriones, pero nosotros somos el centro del universo, rodeados de objetos y servicios pensados para darnos el máximo confort y la mayor privacidad.
La comida, otro de los protagonistas
La maestría de la gastronomía mexicana complementa el arte de la conversación en espacios donde la luz actúa como un elemento transformativo, cambiando la escala y el volumen del espacio, así como nuestra percepción de él.
En Terraza, se preparan mermeladas caseras para acompañar los panes gourmets; en Origen, nos deleitamos con platillos internacionales que fusionan los tradicionales sabores e ingredientes de Acapulco con la gastronomía sudamericana, en un ambiente cálido y con vistas inigualables a la bahía; y en Sunset Bar, las puestas de sol son las más espectaculares del puerto, con vistas al Océano Pacífico de un lado y la bahía por el otro.
Lee también: Vacaciones de Semana Santa 2021 y qué playas permanecerán cerradas