11 pueblos fantasma en México donde conocerás el silencio sepulcral

México es un país lleno de folclore y misterio, escondidas en cada rincón se encuentran historias diversas que pueden despertar la curiosidad de cualquiera o hasta el terror que disipa el sueño en las noches que rondan entre las calles de cada ciudad y pueblo, envueltos en mitos y leyendas que son transmitidas de generación en generación, mientras nacen nuevos relatos escalofriantes que envuelven el misticismo mexicano desde la raíz, donde algunos valientes se atreven ha explorar y vivir en carne propia los rumores de apariciones y sombras movedizas que vagan entre las paredes abandonadas del suelo nocturno, siendo un claro ejemplo estos 11 pueblos fantasma en México, que te erizarán la piel, al mismo tiempo que maravillarán tu vista, pues cada uno de ellos puede ser visitado con la mayor facilidad por las almas curiosas que se atreven a adentrarse entre sus parajes abandonados.

¿Te atreves a visitarlos?

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Este pueblo tiene unos 100 años sin ser habitado, siendo la versión oficial la que dicta que fue porque se terminó el agua ahí, encima de eso, hay dos fantasmas bastante notorios que rondan Mesnébalam, el primero es Juliancito, un niño que se quitó la vida colgándose del cuello en una cuerda, a quién puedes visitar en su altar, pues la invitación es dejarle dulces o juguetes para que no te haga travesuras, y si esto no fuera suficiente, también si tienes suerte (buena o mala) podrás encontrarte al monje de capucha negra que habita en la iglesia abandonada, donde se dice que se escuchan ruidos que podrían ser parte de las manifestaciones de este aterrador clérigo.

Por fortuna los habitantes del pueblo fueron evacuados a tiempo antes de la explosión del volcán Paricutín, sin embargo, buena parte de San Juan Parangaricutiro quedó sepultada bajo ríos de lava que ahora son piedra volcánica, aunque la iglesia y otras instalaciones quedaron relativamente de pie, siguen siendo inhabitables, aunque tú si podrás conocer los restos de este lugar, pues este pueblo fantasma es un atractivo turístico de Michoacán.

El destino trágico del Cerro de San Pedro ocurrió durante la década de los 40, siendo antes un pueblo sumamente próspero hasta la huelga de 1948, provocando el cierre de la mina, que repercutiría en que la empresa que administraba la mina decidiera dinamitar los tiros y cañones, dejando esta mina completamente inservible y haciendo que la población dejara el pueblo paulatinamente.
Se dice que aquí se aparece un pequeño niño Huichol que te ofrecerá 3 naranjas de oro a cambio de que entres a la mina a jugar con él.

Dice la leyenda que durante la Guerra Cristera el sacerdote fue asesinado, quedando maldito Mineral de los Pozos, además que ha sido abandonado dos veces. Actualmente está dentro del programa de Pueblos Mágicos, aunque aún existen varias leyendas de fantasmas que rondan las calles de este pueblo en Guanajuato.

Ojuela está cargado de valor histórico, pues se dice que el puente colgante que lleva a la mina Santa Rita inspiró al mismísimo Golden Gate en San Francisco.

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A Guerrero Viejo no podrás acceder durante todo el año, excepto durante las fechas en las que baja el agua, pues este pueblo está sumergido, lo que provocó su abandono. Guerrero Viejo es sin duda una experiencia surreal.

Durante el virreinato, Noria San Pantaleón era el pueblo minero más importante del norte de “la Nueva España” y actualmente, con tan solo 50 habitantes, podrás encontrar uno de los altares y lugares de culto con mayor fuerza a la Santa Muerte.

Uno de los pueblos fantasma con mayor auge turístico en México, lo aterrador de Real de Catorce es cruzar el oscuro túnel Ogarrio, construido en el siglo XIX, que mide 2 km y que al salir pareciera que bajaste de una máquina del tiempo, pues la arquitectura de Real de Catorce se quedó congelada en otra época.

Este pueblo de Zacatecas no solo está lleno de historias de fantasmas, pues se dice que es un excelente lugar para vivir avistamientos OVNI en la punta del cerro, que además te regala una de las vistas más impresionantes de todo el estado, además que puedes visitar su antiguo panteón, construido en los 1800, donde se dice que se puede escuchar el galope de caballos y cadenas siendo arrastradas.

¡Vamos!

Se dice que el conde Zambrano amasó tanta riqueza en este pueblo que le dijo a Dios que ya no lo necesitaba, siendo esa misma noche la que caería una terrible inundación en las minas de Guarisamey, dejando al conde en absoluta pobreza.
En la actualidad viven alrededor de 20 familias, aunque el aire de abandono se sigue sintiendo en las calles de este pueblo minero.

La Encarnación destaca por ser un pueblo con muy escasa población, encapsulado en el tiempo, donde podrás conocer una verdadera tienda de raya abandonada, además de darte un recorrido por la refresquera local, donde sus pocos habitantes disfrutan de bebidas gaseosas hechas con frutas del bosque, encima de eso, en tiempos anteriores, se forjaban lingotes de hierro en la fundidora de este pueblo, los cuales se dice que fueron los cimientos para construir la Torre Eiffel en Francia.

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