Se dice que fue Quetzalcóatl quién regaló la semilla de cacao a su pueblo, para mantenerlos bien alimentados, y es así como pide la ayuda de Tlaloc para que riegue esta planta y pudiera florecer, además de involucrar a Xochiquetzal, diosa del amor y la belleza, quien adornó dicho regalo con hermosas flores. Es esta la leyenda de como fue que el cacao llegó a los toltecas, quienes más tarde lo transformaron en chocolate.
En tiempos de la era prehispánica, se le conocía como xocolatl, que viene del náhuatl xoco, que significa amargo, y atl, que se traduce como agua, y es así como se bebía este manjar, al que solo tenía acceso la aristocracia de los pueblos mexicas, como guerreros de alto rango, sacerdotes o el Huei Tlatoani, gobernante de dichos reinos, quienes disfrutaban este regalo de los dioses por sus características vigorizantes.
En la actualidad, el chocolate se consume como dulce principalmente, ya sea en bebida o en su forma sólida, que llega en muchísimas presentaciones, sin embargo, este alimento como lo conocemos fue producto de los cambios realizados por los españoles durante la conquista, quienes llevaron este tesoro gastronómico a los Reyes Católicos, de la mano de Hernán Cortés.
/ fcafotodigital/Getty Images
Al llegar al reino español, los conquistadores añadieron azúcar y leche, transformando la semilla del cacao en lo que conocemos actualmente, pero de acuerdo a los registros publicados en 1565 dentro de La Historia del Nuevo Mundo de Girolamo Benzoni, los granos de cacao eran recogidos por nuestros ancestros, quienes primero secaban estos en petate, y luego tostaban las semillas en una olla de barro si se iban a beber.
Después de esto, los granos, secos y tostados, eran molidos en un metate para crear una especie de pasta que mezclaban poco a poco con agua para más tarde beberse.
Recogen los granos y los ponen a secar sobre esteras; después, cuando los quieren para bebida, los tuestan al fuego en un cacharro de barro y los muelen con las piedras que utilizan para preparar pan. Por último, ponen la pasta en tazones (…) y mezclándola poco a poco con agua, añadiendo a veces un poco de sus especias, la beben…
De acuerdo a los textos de Benzoni, a esta preparación se le agregaban especias que potenciaban el sabor amargo del xocolatl, especialmente chile, pinole, achiote o hierba santa, que resultaba en esta deliciosa bebida ceremonial espumosa. En raras ocasiones, sí se elaboraba una versión dulce de este chocolate, que era mezclado con vainilla u otras flores aromáticas, y miel de agave.
El chocolate fue un regalo de México para el mundo, pues sin lugar a dudas, este es uno de los ingredientes favoritos de muchas personas en todo el planeta. ¿Cómo te gusta el chocolate a ti?
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