Estamos a solo unas semanas de que inicie septiembre, el mes patrio, en que festejamos a la Independencia de México y nos deleitamos con lo mejor de la cocina mexicana como el chile en nogada.
El chile en nogada es el platillo por excelencia de esta temporada, el cual destaca por ser un chile poblano relleno de carne de res y cerdo, mezclado con frutas de temporada como la manzana, la pera, el durazno.
Este chile está bañado con una salsa de nuez de castilla y decorado con granada y perejil. Una deliciosa combinación de sabores y colores.
Si eres fanático de los chiles en nogada, seguramente te has preguntado quién creó este manjar. Pues tenemos que decirte que hay muchas versiones alrededor de la historia de este platillo y nosotros te las vamos a contar.
Las historias sobre el chile en nogada
La teoría más famosa sobre este platillo dice que en 1821 Agustín de Iturbide y Ejército Trigarante pasaron por Puebla cuando venían de regreso a la Ciudad de México, después de haber firmado los Tratados de Córdoba.
Entonces las monjas del Convento de Santa Mónica, crearon este delicioso platillo para ofrecerlo al emperador. Las monjas quisieron reflejar en el platillo lo colores de la bandera del Ejército Trigarante: verde, blanco y rojo, y usaron los ingredientes de temporada para lograrlo.
Otra famosa versión, que fue creada por el escritor Artemio Valle Arizpe, dice que bajo el régimen de don Agustín había 3 soldados que tenían novias poblanas, y que ellas fueron las que crearon el original platillo para recibir a sus amados.
Cada una de las jovencitas se encargó de buscar un ingrediente que representará los colores de la bandera y del uniforme que usaban los soldados, y sin recurrir a ningún recetario, le rezaron a la Virgen del Rosario y a San Pascual Bailón y comenzaron a cocinar, obteniendo como resultado lo que hoy conocemos como chiles en nogada.
Existen otras versiones que dicen que la famosa receta ya existía desde 1714, incluso, que el chile en nogada original es capeado y que de su paso de Puebla a la Ciudad de México, el chile llegó “desnudo” y por eso se comenzó a consumir sin capeado en la CDMX.
Aunque no sabemos cuál sea la verdadera historia, lo que sí sabemos es que este platillo es parte del patrimonio cultural de México y que durante años se ha conservado con diferentes representaciones e ingredientes en su receta.
Y es que ahora podemos encontrar chiles en nogada totalmente salados, veganos o con nogada rosa. También existen variaciones de este platillo con diferentes proteínas como pato o búfalo, o bien, con chile ancho sustituyendo al tradicional chile poblano.
¿Cuál de estas historias fue tu favorita?
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