Un desfile de colores y bellas formas, acompañado de aromas hipnotizantes, aparece en la mesa para deleitar nuestros sentidos. Platos cuidadosamente decorados portan delicados platillos preparados como obras de arte, sublimes, pasajeras, creadas únicamente para ese momento, para arrancarnos un suspiro de satisfacción. Con su ambiente sofisticado y la atención al detalle, Piedra y Brasa es un edén gastronómico.
Tras el éxito de este excelente restaurante en Bosque Esmeralda, Piedra y Brasa abrió en el centro comercial Centtral en Interlomas, donde su fenomenal diseño mezcla elementos de naturaleza, piedra negra y luz natural para crear un ambiente sofisticado, relajado y seductor.
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La cocina de Piedra y Brasa está enfocada en carnes y mariscos y utiliza parrillas en horno de fuego directo a alta temperatura para resaltar plenamente las características y sabores únicos de los ingredientes. El horno español JOSPER es el arma secreta del restaurante, para integrar a la perfección los aromas del asado; el resultado son cortes cocinados a la perfección, servidos sobre una brasa caliente en la mesa donde continúa la cocción a nuestra elección.
La experiencia culinaria aquí comienza con un dip de frijoles molcajeteados con queso y totopos de tortilla azul. Disfrutando de un refrescante Aperol Spritz, me deleité con algunas de sus entradas estrellas, como el jugoso tuétano a la brasa con perejil y escamoles, el cual comemos en una tortilla de maíz hecha en casa.
Disfruté sumamente de los espárragos envueltos en carne con salsa dulce. Entre sus entradas también nos encontramos con manjares como el queso flameado con trompo, la alcachofa al carbón y las almejas a la mantequilla.
En esta joya culinaria tuve el enorme placer de degustar dos diferentes tipos de carne, las cuales son presentadas a la mesa para nuestra elección: picaña prime y New York. De la más alta calidad y acompañados de diversas salsas mexicanas, los cortes, aromatizados con romero, fueron un festín de sabores. Acompañe las carnes con unos ricos elotes tatemados y guacamole fresco.
Para terminar con broche de oro disfruté del nutella crunch ice-cream cake; un pastel a base de helado con chocolate, crujiente, ligero y delicioso. El escenario de experiencias culinarias memorables, Piedra y Brasa es una oda al buen comer, buen beber y buen vivir.
Cuando el arte culinario es elaborado con pasión, cuando se crea con el alma y se le invierte amor, el resultado es magia.
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