El 15 de septiembre del 2023 murió Fernando Botero, a los 91 años, tras luchar contra un cuadro de neumonía, en su casa ubicada en Mónaco. Nació en Medellín, Colombia, el 19 de abril de 1932, y a pesar de su humilde origen, destacó rápidamente en las artes plásticas gracias a su estilo particular, voluminoso y detallado, convirtiéndose en uno de los artistas plásticos más importantes del siglo XX.
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Conocido cariñosamente como “el pintor de las gordas”, Botero resaltó en el mundo artístico, no solo de Latinoamérica, gozando de una reputación a nivel internacional. La intención de las obras de Botero nunca fue el “retratar la gordura”, más bien su objetivo siempre fue el llevar hasta el punto máximo el valor plástico del volumen.
Conoce las obras más significativas de Fernando Botero, quien retrató temas que van desde la religión, la naturaleza muerta, personalidades políticas, hasta desnudos y prácticas sexuales cotidianas.
La camera degli sposi
Aunque en un inicio esta obra fue recibida con rechazo, la composición inusual de La camera degli sposi nos muestra una saturación del espacio, omitiendo el aire en todo el cuadro, englobando los valores plásticos más valiosos para él.
Obispos muertos
Esta obra nos da un fuerte mensaje con la ironía que caracterizaba al artista, amontonando los cuerpos de enormes obispos, uno sobre de otro, recordándonos que al final del día, todos eventualmente vamos a morir, sin importar el poder, estatus social o riqueza en vida.
El matrimonio Arnolfini
Una de las pinturas más reconocidas de Botero es un homenaje al pintor Jan van Eyck, la cual reprodujo muy a su estilo en más de una ocasión.
La familia presidencial
Esta es posiblemente la obra más reconocida del colombiano, que si prestas atención, podrás encontrar al mismo Botero retratando a la familia en un enorme lienzo al fondo del cuadro.
Adán
No olvidemos que Fernando Botero también destacó en la escultura, y Adán es uno de sus trabajos más emblemáticos en este arte, mostrándonos al “primer hombre”, no como una figura religiosa, más bien como una representación simbólica del patriarcado al permanecer de pie sobre Eva.
Las obras de Fernando Botero nos muestran realidades crudas de forma irónica, destacando el volumen y su peculiar estilo, que reluce por romper las normas artísticas, por lo que vale la pena preservar su legado.
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