Todos hemos repetido el Himno Nacional Mexicano en incontables ocasiones desde nuestra juventud, incluso podemos decir con bastante certeza que una gran parte de la población se sabe por lo menos las primeras estrofas y el estribillo de memoria, sin embargo, casi nunca profundizamos más allá de cantar por cantar, y es muy probable que haya algunos datos básicos sobre la historia del Himno Nacional Mexicano, que todos debemos conocer.
Además de ser “la canción que cantamos todos los lunes en ‘honores a la bandera’”, el Himno Nacional tiene una riqueza cultural que define las raíces mexicanas, desde nuestros ancestros prehispánicos, hasta la actualidad, haciendo de nuestro tema emblemático, uno que permanece vigente hasta la fecha.
Te puede interesar: El agricultor que fue Presidente de México
De este modo, vamos a repasar algunos datos básicos, y otros más desconocidos, sobre el Himno Nacional Mexicano:
La música del Himno Nacional Mexicano no fue compuesta por un mexicano
Las partituras corrieron a cargo de Jaime Nunó, quién nació en San Juan de las Abadesas, Gerona, en Cataluña, España. Nunó conoció a Antonio López de Santa Anna en Cuba y, cuando el expresidente regresó a México para convertirse por onceava ocasión en gobernante de la República Mexicana, invitó al músico para dirigir las bandas militares mexicanas. Al llegar a México, se enteró de la convocatoria para componer el Himno Nacional y resultó triunfador.
Francisco González Bocanegra escribió la letra del himno Nacional en poco tiempo, bajo encierro
La letra es una composición de Francisco González Bocanegra, oriundo de San Luis Potosí, era un funcionario público que, en algún punto de su vida, fue comerciante, además de escribir poesía en sus tiempos libres.
Bocanegra se negaba a participar en la convocatoria, sin embargo, su prometida quería convencerlo de que lo hiciera, así que lo encerró hasta que escribiera una poesía digna de un himno mexicano, fue así como, en el transcurso de cuatro horas, Francisco pasó por debajo de la puerta la hoja que se convirtió en el Himno Nacional Mexicano.
Antes de este himno, existieron otros
Desde que se consolidó la Independencia de México, el país ha tenido varios himnos representativos; el primero fue escrito en 1821 por José Torrescano, exaltando a Agustín de Iturbide por el triunfo sobre la Corona Española, aunque un año más tarde, José María Garmendía presentó un segundo himno, también levantando laureles al emperador Iturbide.
Durante el turbulento Siglo XIX, composiciones pasaron como himnos, dependiendo del tipo de gobierno, así nos entregaron varios compuestos por liberales o conservadores, pero todos quedaron en el olvido.
El Himno Nacional Mexicano fue compuesto para unir al pueblo
Después de muchísimos intentos de tener un Himno Nacional Mexicano, sucedió un evento que cambiaría la perspectiva de la política en el país; la invasión estadounidense, donde se perdió más de la mitad del territorio mexicano, de 1846 a 1848; que dejó el espíritu de los mexicanos por los suelos.
La convocatoria del Himno Nacional surgió como iniciativa para levantar los ánimos del país y fue lanzada el 12 de noviembre de 1853.
El Himno Nacional tardó casi 100 años en ser completado
En su versión original, el Himno Nacional Mexicano fue concebido con 10 estrofas, de las cuales, se omitieron dos estrofas prohibidas por exaltar las figuras de Iturbide y Santa Anna cuando este último fue derrocado y enviado al exilio.
Con el paso del tiempo, el Himno fue alterado con frecuencia en sus estrofas restantes, hasta que, en 1943, el General Manuel Ávila Camacho, entonces presidente de la República Mexicana, redujo la pieza a 4 estrofas y un estribillo, además que estableció dentro de la Constitución que, a partir de ese punto, quedó prohibido alterar el Himno Nacional.
Aquí no terminaron las alteraciones, la última se llevó a cabo durante el gobierno de Miguel de la Madrid, donde se redujo a dos estrofas.
El Himno Nacional casi queda en el olvido
Después de la caída de Antonio López de Santa Anna, entró el gobierno liberal de Juan Nepomuceno Álvares, quién omitió los dos versos más conservadores del himno, referentes a Iturbide y Santa Anna, aunque Álvarez dimitió de la presidencia dos meses más tarde, pasando la batuta a Ignacio Comonfort.
Comonfort ignoró por completo el Himno Nacional implementado por Santa Anna, y este sería el caso de los gobiernos subsecuentes, incluyendo el de Benito Juárez. Porfirio Díaz retomó el Himno Nacional y lo implementó en las ceremonias oficiales, práctica que se ha mantenido hasta la fecha.
No fue hasta esta época que existió un documento constitucional que reconociera al Himno Nacional como oficial.
Te puede interesar: Este es el sueldo de los presidentes de América Latina
El estreno del Himno Nacional Mexicano no fue oficial
La primera vez que se escuchó el Himno Nacional fue durante la noche del 15 de septiembre de 1854 en el Teatro Santa Anna en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Aquí, Francisco González Bocanegra dio unas palabras previo a la presentación. La dirección corrió por parte de Giovanni Bottesini, cabe destacar que Santa Anna no estuvo presente.
Al día siguiente, el 16 de septiembre de 1854, ocurrió el estreno oficial del Himno Nacional frente a Antonio López de Santa Anna. En esta ocasión fue dirigido por el propio Jaime Nunó. La aceptación por parte del pueblo fue inmediata e, incluso, se vendían las partituras en las calles.
El Himno Nacional tiene título y derechos comerciales
Resulta bastante extraño pensarlo, pero los derechos del Himno Nacional le pertenecen a la compañía RCA Víctor, ahora conocida como Sony Music México, pues Jaime Nunó vendió los derechos del Himno Nacional Mexicano en la década de 1850. La poesía escrita por Francisco González Bocanegra lleva como título Dios y Libertad.
Es galardonado en todo el mundo
El Himno Nacional Mexicano es considerado el segundo más bello del mundo, debajo solamente de La Marsellesa, aunque no se conocen registros oficiales al respecto.
Conoce la letra original del himno Nacional Mexicano
Estribillo
Mexicanos, al grito de guerra
El acero aprestad y el bridón;
Y retiemble en sus centros la tierra
Al sonoro rugir del cañón.
I
Ciña ¡Oh Patria! tus sienes de oliva
de la paz el arcángel divino,
que en el cielo tu eterno destino
por el dedo de Dios se escribió.
Mas si osare un extraño enemigo
profanar con su planta tu suelo,
piensa ¡Oh Patria querida! que el cielo
un soldado en cada hijo te dio.
II
En sangrientos combates los viste
por tu amor palpitando sus senos,
arrostrar la metralla serenos,
y la muerte o la gloria buscar.
Si el recuerdo de antiguas hazañas
de tus hijos inflama la mente,
los laureles del triunfo tu frente,
volverán inmortales a ornar.
III
Como al golpe del rayo la encina,
se derrumba hasta el hondo torrente,
la discordia vencida, impotente,
a los pies del arcángel cayó.
Ya no más, de tus hijos la sangre,
se derrame en contienda de hermanos;
sólo encuentre el acero en sus manos
quien tu nombre sagrado insultó.
IV
Del guerrero inmortal de Zempoala
te defiende la espada terrible,
y sostiene su brazo invencible,
tu sagrado pendón tricolor.
Él será del feliz mexicano
en la paz y en la guerra el caudillo.
porque él supo sus armas de brillo
circundar en los campos de honor.
V
¡Guerra, guerra sin tregua al que intente
de la patria manchar los blasones!
¡guerra, guerra! los patrios pendones
en las olas de sangre empapad.
¡Guerra, guerra! en el monte, en el valle,
los cañones horrísonos truenen
y los ecos sonoros resuenen
con las voces de ¡Unión! ¡Libertad!
VI
Antes, Patria, que inermes tus hijos
bajo el yugo su cuello dobleguen,
tus campiñas con sangre se rieguen,
sobre sangre se estampe su pie.
Y tus templos, palacios y torres
se derrumben con hórrido estruendo,
y sus ruinas existan diciendo:
de mil héroes la patria aquí fue.
VII
Si a la lid contra hueste enemiga,
nos convoca la trompa guerrera,
de Iturbide la sacra bandera,
mexicanos, valientes seguid.
Y a los fieles bridones les sirvan
las vencidas enseñas de alfombra;
los laureles del triunfo den sombra
a la frente del bravo adalid.
VIII
Vuelva altivo a los patrios hogares,
el guerrero a cantar su victoria,
ostentando las palmas de gloria
que supiera en la lid conquistar.
Tornaránse sus lauros sangrientos
en guirnaldas de mirtos y rosas,
que el amor de las hijas y esposas,
también sabe a los bravos premiar.
IX
Y el que al golpe de ardiente metralla,
de la Patria en las aras sucumba,
obtendrá en recompensa una tumba
donde brille, de gloria, la luz.
Y, de Iguala, la enseña querida
a su espada sangrienta enlazada,
de laurel inmortal coronada,
formará de su fosa una cruz.
X
¡Patria! ¡Patria! tus hijos te juran
exhalar en tus aras su aliento,
si el clarín con su bélico acento
los convoca a lidiar con valor.
¡Para ti las guirnaldas de oliva!
¡un recuerdo para ellos de gloria!
¡un laurel para ti de victoria!
¡un sepulcro para ellos de honor!
Te puede interesar: ¡Disfruta del patrimonio cultural de la CDMX con sus Paseos Históricos de septiembre!
¿Qué pasó con Francisco González Bocanegra?
Después de ganar el concurso por la letra del Himno Nacional, Francisco González Bocanegra continuó su labor como funcionario público en los cargos de administrador general de caminos, censor de teatro y editor del Diario Oficial del Supremo Gobierno. En 1861 murió a causa de tuberculosis a sus 37 años.
¿Qué pasó con Jaime Nunó?
Después de la Revolución de Ayutla, que significó la caída de Santa Anna, Jaime Nunó emigró a Estados Unidos, donde continuó su carrera musical como director de ópera e incluso realizó una gira por todo el continente americano. Volvió a España un tiempo, pero se estableció nuevamente en Nueva York a principios del Siglo XX.
Porfirio Díaz lo invitó a México en varias ocasiones, en las cuales se le efectuaron varios homenajes, además de participar en la celebración del 50 aniversario del Himno Nacional.
Murió en Nueva York, el 18 de julio de 1908, pero en 1942, el Gobierno de México exhumó sus restos con el fin de colocarlos en el Panteón Civil de Dolores, en la sección llamada la “Rotonda de las Personas Ilustres” a lado de Francisco González Bocanegra. Nunó es el único extranjero enterrado en este sitio.
Letra oficial del Himno Nacional Mexicano
Estribillo
Mexicanos, al grito de guerra
El acero aprestad y el bridón;
Y retiemble en sus centros la tierra
Al sonoro rugir del cañón.
I
Ciña ¡Oh Patria! tus sienes de oliva
de la paz el arcángel divino,
que en el cielo tu eterno destino
por el dedo de Dios se escribió.
Mas si osare un extraño enemigo
profanar con su planta tu suelo,
piensa ¡Oh Patria querida! que el cielo
un soldado en cada hijo te dio.
II
¡Guerra, guerra sin tregua al que intente
de la patria manchar los blasones!,
¡guerra, guerra! los patrios pendones
en las olas de sangre empapad.
¡Guerra, guerra! en el monte, en el valle,
los cañones horrísonos truenen
y los ecos sonoros resuenen
con las voces de ¡Unión! ¡Libertad!
III
Antes, Patria, que inermes tus hijos
bajo el yugo su cuello dobleguen,
tus campiñas con sangre se rieguen,
sobre sangre se estampe su pie.
Y tus templos, palacios y torres
se derrumben con hórrido estruendo,
y sus ruinas existan diciendo:
de mil héroes la Patria aquí fue.
IV
¡Patria! ¡Patria! tus hijos te juran
exhalar en tus aras su aliento,
si el clarín con su bélico acento
los convoca a lidiar con valor.
¡Para ti las guirnaldas de oliva!
¡un recuerdo para ellos de gloria!
¡un laurel para ti de victoria!
¡un sepulcro para ellos de honor!
Traducciones del Himno Nacional Mexicano
En 2005, la Secretaría de Gobernación decretó que ya está permitido traducir el Himno Nacional Mexicano a las lenguas indígenas , exclusivamente las habladas dentro de México, y se ha traducido al otomí, mixteco, chinanteco, huasteco, maya y náhuatl, hasta ahora. También existe una versión en bajo alemán, para la comunidad menonita mexicana.
Es sorprendente como cambia la perspectiva una vez que conocemos la historia del Himno Nacional Mexicano, pues es gracias a este trasfondo por el que entendemos la importancia de este símbolo patrio. ¿Conocías estos datos básicos sobre el Himno Nacional?
Te puede interesar:
¿Por qué celebramos la Independencia de México el 15 de septiembre?
Suscríbete aquí a nuestro Newsletter para que estés al día con nuestros contenidos.