Durante años se ha asumido que las pinturas al óleo de Leonardo Da Vinci solo tenían aceite para adherir los distintos elementos colorantes, sin embargo, un reciente estudio habla que se usó un curioso ingrediente.
Es una proteína que tienes en tu refrigerador y que mayormente se come por las mañanas acompañada de tocino, hot cakes, salchichas, jamón o verduras, el huevo.
Así es, de acuerdo con el estudio “Una visión holística del papel de la yema de huevo en las pinturas al óleo de los Viejos Maestros” publicado en la r evista especializada Nature , artistas como Botticelli o Da Vinci usaban pinturas que contenían mezclas de aceites y proteínas como el huevo.
El papel del huevo en las pinturas al óleo
Según información de las investigadoras Ofelia Ranquet, Celia Duce, Emilia Bramanti y su equipo, la yema de huevo se usa en combinación con dos pigmentos para evaluar cómo se puede usar la distribución diferente del aglutinante (adherente de componentes) proteico para controlar su comportamiento, así como su secado y la química de las pinturas al óleo.
Con el uso de la proteína en los aceites se pueden lograr pinturas rígidas, se mejora la brochabilidad con una alta carga de pigmento y se puede suprimir la formación de arrugas ajustando un alto límite elástico. El huevo actúa como antioxidante, ralentizando el inicio de la curación.
“Agregar algo de material proteico durante la preparación del pigmento, resultó en una capa de recubrimiento, por lo que podría haber resuelto el problema de la formación no intencional de suspensiones capilares, lo que resultó en pinturas mejores y más estables con un mayor contenido de pigmento”, se resalta en el estudio.
Un ejemplo de arrugas en las pinturas de Leonardo Da Vinci es la Virgen del Clavel de 1475, esta sería una de las máximas muestras de la época que indican la transición hacia un mayor uso de proteínas en las pinturas y evitar los “malos acabados”.
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¿Cómo llegó el huevo a las pinturas?
Tal y como ocurría en nuestra sociedad antes de que llegara la tecnología, el conocimiento técnico de los artistas en el viejo mundo se pasaba de maestros a alumnos.
El cómo se tenían que preparar las pinturas fue una enseñanza que se transmitió inicialmente en los talleres, una acción que al día de hoy se ha perdido, por lo que lo único que se sabe sobre las técnicas de aquel momento son los pigmentos, aglutinantes y técnicas que se utilizaron en general, sin tantos detalles.
Pues, la pintura va más allá que solo mezclar el pigmento con un aglutinante, el encargado de adherir todos los componentes.
En el estudio de la revista Nature, se especifica que las pinturas al óleo se conocen en Italia desde hace más de 100 años, incluso se describen en el famoso tratado de Cennino Cennini escrito en 1400 y se han identificado aglutinantes de aceite en pinturas italianas del siglo XIV.
Sin embargo, estas pinturas al óleo solían ser colores monocromáticos aplicados sobre pan de plata o de oro que no necesitaban mezclarse, ni hacer una aplicación de pintura compleja.
El grupo de investigadores sentencia que agregar proteínas como aglutinante podría haber sido útil para modificar las propiedades de las pinturas al óleo de una manera beneficiosa, permitiendo un manejo más sofisticado de la pintura.
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Aunque los estudios sobre las pinturas continúan, hasta el momento es complicado saber exactamente el momento en el que se comenzaron a usar proteínas como el huevo en las pinturas.
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