Cultura

Victoria Woodhull: la mujer que desafió a Estados Unidos y se postuló a la presidencia

Por: Emmanuel Cacho 05 noviembre 2024 • 4 minutos de lectura

Antes de que las mujeres tuvieran derecho a votar, Victoria Woodhull decidió romper los paradigmas y postularse como presidenta a finales del siglo XIX.

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Con cada vez más frecuencia, vemos mujeres subir al poder en distintos gobiernos alrededor del mundo, sin embargo, la evolución de la relación entre las mujeres y la política es relativamente reciente e, incluso, existen países donde todavía se les prohíbe involucrarse en los asuntos gubernamentales. Para entender la historia de como hemos logrado ver a diferentes personalidades femeninas, mover masas y lograr la gestión del Poder Ejecutivo, es primordial que conozcamos a la primera mujer en postularse a la presidencia en la historia: Victoria Woodhull.

Nacida el 23 de septiembre de 1838, Victoria Claflin Woodhull fue una pieza clave en la lucha por conseguir el voto femenino en Estados Unidos, además de romper muchísimos paradigmas en cuanto a roles de género en el país. Creció en un poblado de Ohio llamado Homer y fue la séptima de 10 hermanos, además de recibir un duro maltrato de la mano de su padre, Reuben Buckman, quien la golpeaba y explotaba en trabajos callejeros.

En vez de recibir educación, Woodhull y sus hermanas desempeñaban labores como clarividentes, predicadoras y curanderas, apenas sabiendo leer y escribir. Después de cumplir 15 años, Victoria contrajo matrimonio con un médico que resultó ser alcohólico y mujeriego, con quien tuvo dos hijos, para años más tarde firmar el divorcio.

La primera mujer en postularse a la presidencia en la historia

En pleno siglo XIX, el ser una mujer separada era sinónimo de estigma social, pero esto no frenó a Victoria, quien hizo de todo para sacar a sus hijos adelante como madre soltera, lo que la llevó a asociarse con su hermana menor, Tennessee Claflin. Esta asociación las llevó a convertirse en médicas clarividentes, negocio que resultó sumamente lucrativo en estos tiempos, pues ocurrió en el pico del movimiento espiritista estadounidense.

Dicha profesión las llevó a entablar una cercana amistad con Cornelius Vanderbilt, uno de los hombres más ricos de la historia, que les reveló los secretos de la bolsa de valores en Wall Street. Aquí comienza un parteaguas en la historia, pues de este modo, Victoria y Tennessee se convirtieron en las primeras mujeres en abrir una firma bursátil, llamada Woodhull, Claflin & Co., donde sus principales clientes eran otras mujeres, quienes no recibían asesoría financiera en otra parte.

Con la creciente riqueza acumulada de las hermanas, ambas decidieron fundar la revista progresista Woodhull & Claflin’s Weekly, cuyo objetivo principal era dar visibilidad a las reformas políticas y sociales, especialmente relacionadas con los derechos de la mujer. La publicación fue un éxito rotundo, además de ser el primer espacio donde vería la luz la traducción al inglés de El manifiesto comunista de Karl Marx.

Cuando Victoria Woodhull decidió postularse como candidata a la presidencia, tenía muy en cuenta los factores a los que se exponía en un rubro dominado en su totalidad por hombres, pues dicha candidatura ocurrió cuando las mujeres todavía no tenían derecho al voto. Esto lo declaró en la revelación de dicho objetivo, publicada en el New York Herald.

La primera mujer en postularse a la presidencia en la historia

Así, Woodhull afirmó que la iban a ridiculizar por dicho intento en un inicio, pero que esta sorpresa podría ser una fuerte sacudida para la sociedad, tomando mucha más seriedad en el futuro. De este modo, Victoria Woodhull anunció su candidatura a la presidencia de Estados Unidos para las elecciones de 1872, además de reformas que resultaron ser sumamente polémicas en aquel momento.

Con esto en mente, Woodhull proponía implementar una jornada de 8 horas, el pago de impuestos de forma directa, asistencia social para las personas de escasos recursos, la abolición de la pena de muerte y la regularización de los monopolios, entre más ideas que tendían hacia la ideología de Marx. La convocatoria de Victoria era enorme, al grado de juntar a 3000 personas en el Steinway Hall de la Gran Manzana el 20 de noviembre de 1871.

El recinto se encontraba a reventar, al grado de que el público debía ocupar el área de los pasillos y galerías, todo para escuchar a la que podría convertirse en la primera mujer presidenta de la historia. Los presentes no solo aplaudieron con entusiasmo, también hubo algunos que asistieron para abuchear a la polémica figura, que afirmó esa misma noche que era una amante libre.

Con esta declaración, Victoria Woodhull refería que, ante la ley, ella tenía derecho de amar a quien quisiera, de estar con quien quisiera y mantenerse a lado de esa persona por el tiempo en el que ella lo decidiera. Dichas palabras causaron escalofríos en las mentes conservadoras estadounidenses, quienes se enfocaron en acabar con la reputación de la activista.

La primera mujer en postularse a la presidencia en la historia

La pionera en los derechos de la mujer, Victoria Woodhull, fue una gran inspiración para otras activistas que siguieron sus pasos, quienes lograron años más tarde el voto femenino, y que pavimentaron el camino para que mujeres pudieran postularse para presidenta y gobernar un país.

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