Las antiguas culturas atribuían a lo sobrenatural los diferentes fenómenos naturales, pues lo desconocido siempre ha fascinado al ser humano, tal es el caso indiscutible del hielo, el invierno y la nieve. Cada territorio ha encontrado una forma de personificar la crueldad del frío, ya sea con dioses, espíritus o criaturas temibles que, incluso en la actualidad, sirven de inspiración como antagonistas de grandes historias.
Cabe destacar que no todas las entidades de las bajas temperaturas en los mitos y leyendas de la antigüedad destacan por su oscuridad, algunas pueden funcionar como sabios guías benevolentes, pues el frío también tiene su faceta sanadora. Aquí te presentamos algunas de las representaciones del hielo en los mitos y leyendas del pasado.
1. Mitología china
En la mitología china, la nieve se representa como la diosa Tengliu, que se describe con forma celestial con alas. Además de su conexión con las temperaturas glaciales, esta entidad tiene conexión con el vuelo, los vientos y las tormentas.
2. Mitología griega
El basto panteón griego también tiene su propia representación de este elemento cuyo nombre es Boreas, deidad que representa los vientos del norte y el invierno. Así mismo, su hija, Khione, es la diosa de la nieve.
3. Japón
El Sintoísmo se enfoca en la conexión de los espíritus con la naturaleza, y en el Japón antiguo se veneraba al Kuraokami como la deidad de la lluvia y la nieve, que se representa como un dragón. En el folklore japonés, también se habla de Yuki-onna, entidad que aparece en las noches nevadas, descrita como una hermosa mujer de tez blanca, casi transparente o morada, cuya mirada puede despertar el terror de cualquiera que la ve a los ojos.
4. Mitología Inuit
Dentro de las creencias religiosas del pasado, la Inuit es una donde la nieve toma un foco protagónico, debido a las evidentes condiciones de frío extremo a las que estos grupos estaban expuestos. La relación de este panteón con el hielo está ligada directamente con el origen, la vida y la creación del mundo.
De acuerdo al mito, al principio solo existían un hombre y una mujer en la Tierra, por lo que la mujer habló con Kaila, el dios del cielo, que creara otras formas de vida, a lo que el pidió que la mujer hiciera un agujero en el hielo y pescara. Cada que ella retiraba el anzuelo, un nuevo animal surgía, fue así como se pobló el planeta.
Así mismo, los Inuit tienen la creencia que la nieve que cubre los territorios árticos es producto de una gran inundación que sumergió los puntos más altos del mundo.
5. Mitología nórdica
En las tierras polares del norte de Europa, los pueblos vikingos debían luchar constantemente con los climas extremos, por lo que su mitología está sumamente influenciada por estos factores. Desde uno de los reinos exteriores de su cosmología, llamado Niflheim, el hielo se hace presente, pues este reino está construido de este elemento, mientras está cubierto de niebla.
Una de las criaturas más mencionadas dentro de los mitos asgardianos son los Jotun, un grupo de gigantes de hielo, que fungían como enemigos de los dioses, pues eran especies muy similares.
En el fin del mundo nórdico, conocido como Ragnarok, el planeta es asediado por un invierno extremo que dura 3 años, conocido como el Fimbulvetr. Aunque no existe una deidad de la nieve en esta cosmología, a Skadi se le considera diosa del invierno, las montañas y la cacería con arco.
6. Leyendas del Himalaya
La leyenda de una criatura enorme que acecha en las zonas nevadas del Himalaya es conocida en todo el mundo, pues no existe criatura de hielo más temible que el Yeti, también conocido como el Abominable Hombre de las Nieves. A la fecha, existen muchas personas que afirman que este misterioso ser es real, e incluso, se asegura que han ocurrido varios avistamientos.
Dicha entidad tiene como punto de origen en el budismo tibetano, donde se cree que el Yeti fluctúa entre los animales no humanos, con una conciencia lo suficientemente avanzada para seguir el Dharma. Estos no solo son temibles adversarios en esta mitología, también pueden ser guardianes que protegen a los creyentes de los espíritus malignos, e incluso, discípulos de figuras religiosas.
Cabe destacar que, en esta creencia, el encontrarte con una de estas criaturas puede ser un mal augurio debido a su conexión con el Dharma.
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