La escritora británica Emily Brontë es ampliamente reconocida y recordada por Cumbres Borrascosas, de temperamento único y personalidad excepcional, Emily al igual que sus hermanas cargó con un amor-dolor durante toda su vida, su hermano Branwell Brontë.
La familia Brontë fue muy singular para su época, su padre letrado y escritor, inculcó en sus hijos el amor por las letras e incentivó su gran imaginación a fin de años más tarde concebir obras que ahora son piezas fundamentales de la literatura universal.
Desde pequeños crearon un libro de cuentos con países y personajes ficticios pero que encarnaba a cada uno de ellos, pues cada uno fue protagonista de las historias que Charlotte escribía en pequeños libritos ilustrados.
El que su padre, Patrick Brontë fuera culto, no impedía que al ser un hombre de la época, tratara a sus hijas y a su único hijo varón de manera diferente, atribuyéndole el peso de hacer trascender el apellido Brönte en las artes, hecho que nunca sucedió.
Charlotte, Anne y Emily escribieron bajo pseudónimos, mientras que su hermano fue un pintor fracasado que trató de ganarse la vida en otros trabajos sin suerte, para desgracia de su padre, el carácter irascible de Branwell y sus adicciones al alcohol, opio y láudano se volvieron el acabose de un prominente legado.
Branwell fue apoyado por sus hermanas, mientras que Charlotte lo recomendó como profesor para el niño del que ella era institutriz, Emily se convirtió en su paño de lágrimas y en su apoyo incondicional.
De ahí que él inspirara varios personajes masculinos en las obras de sus hermanas, pero nada lo salvaría de vivir con ansiedad, no dormir y enloquecer por completo al punto de incendiar su propia cama.
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Se dice que la unión entre Emily y Branwell fue bastante cercana, quienes tenían más afinidad de entre los hermanos, tanto así que durante largos periodos lo cuidó durante las noches de acongojo, tiempo que aprovechaba también para escribir Cumbres Borrascosas.
Muchos historiadores aseguran que la verdadera muerte de Emily fue a causa de un corazón roto después de que su hermano falleciera a causa de la tuberculosis, un trágico final al que todos los hermanos se enfrentaron.
Emily fue la protagonista y estrella de los juegos de Branwell, por lo que su amor incondicional hacia su hermano la llevó a morir tiempo después a causa del contagio de la tuberculosis.
Incluso, Martha Brown, ama de llaves de los Brontë, dijo en su propia versión sobre la prematura muerte de Emily, “la señorita Emily murió de un corazón roto por amor a su hermano”.
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