¿Influye a una obra de arte, el ojo de quién la mira? Hace unas semanas visité una exhibición colectiva poco convencional, ya que los artistas en su mayoría eran niños. Ojo, no se trataba de una feria del tipo escolar. Asemejaba más bien una exhibición de arte de artistas reconocidos… solo que las obras eran hechas por las manos y mentes creativas de menores de edad compartiendo su talento.
Entre los presentes estaban estos pequeños artistas, con sus familiares, invitados especiales y un grupo de colados, como lo era yo. Aproveche mi buena fortuna de estar presente para observar el empoderamiento que emana de los artistas y la seguridad con la que explicaban sus obras a todo aquel dispuesto a escuchar.
Disfruté mucho más de lo que hubiera imaginado ver tantos cuadros sin filtro, literal plasmaban como Dios y el pincel les dio a entender el mundo. Entre los presentes no existía esa necesidad de saber a fondo sobre el artista, simplemente admirarlo y mirar su creación. Una experiencia fresca y cautivadora.
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Aproveché y pregunté si las obras estaban a la venta. Me emocioné al imaginar que el día de mañana pudiera tener colgada en la pared la obra de niño del futuro Picasso , Britto, Polanski, Kahlo.
Me gano la curiosidad de saber si existían más pequeños artistas en el mundo, con ese mismo talento, y de ser así, como eran catalogados y curados en un mundo reservado, en su mayoría, a adultos. Se impactarían con el resultado de mi búsqueda, por lo que comparto algunos prodigios y dejo a ustedes lectores, admirar lo que nos comparten desde lo más transparente de su ser: pasiones, miedos y, sobre todo, talento.
- Andrés Valencia, nacido en San Diego California, cuenta con solo 11 años de edad, y se ha convertido en el artista más joven en exponer en la Feria Art Miami. Su obra promedio vale entre $50 mil y $125 mil dólares.
- Xeo Chu, vietnamita de tan solo 14 años, empezó a pintar a los cuatro años. En su primera exhibición recolectó $20 mil dólares para una fundación que ayuda a niños y adultos mayores en situación de calle. Hoy sus obras valen entre los $20 mil y $150 mil dólares.
- Akiane Kramarik, empezó su carrera a los 4 años. Su obra maestra “Prince of Peace” fue pintada en 2003, y vendida en 2019 por $850 mil dólares. Sus logros son innumerables y su pasión y talento simplemente mágicos.
- Leonardo Rodríguez Pastrana, de 9 años, pintó su primer cuadro a los 3 años. Forma parte de los artistas emergentes de Red Gallery junto con nombres como Basquiat y Hirst. Su familia trata su talento con gran naturalidad, dejando que disfrute de ser niño y fomenta el arte como herramienta de juego.
No debemos olvidar que colores y trazos, son solo eso hasta que mentes creativas les dan forma, nombre y razón de ser. Esa mirada infantil que Basquiat trabajó y lo llevó al éxito, a lo que Miró regresó, para que, con sus colores primarios, diera estrellato a su nombre, estos pequeños lo hacen de manera apasionada y natural. Compartamos su talento.
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