Una experiencia inmersiva en el ámbito artístico es un espacio que permite la sumersión total del espectador, pues necesita de más de un sentido para apreciarla. En algunas ocasiones, el propio espectador es parte de la experiencia u obra. Esto quiere decir que el sonido, la luz, las imágenes y los colores forman un conjunto de estímulos para el público, que también puede percibir algo a través del olfato y el gusto.
Gracias a la tecnología, este tipo de propuestas se han ido sofisticando con el tiempo. La proyección de imágenes, la realidad virtual y la realidad aumentada son soportes que han permitido, incluso, la interacción del arte, la tecnología y el observador.
Así, digitalizar obras de arte tradicionales, las técnicas de realidad mixta e intervenciones arquitectónicas son cada vez más utilizadas alrededor del mundo como propuesta, pero esto existe desde hace menos de 10 años.
Dicha práctica ha permitido utilizar la tecnología con fines creativos, lo que se convierte en una extraordinaria y formidable herramienta de difusión, capaz de crear vínculos significativos entre nuevos consumidores de arte y cultura con otras épocas. Con ello se dinamizan las prácticas artísticas, los espacios expositivos y, sin duda, las sensaciones estéticas en cualquier tipo de espectador, aún el más renuente a los museos.
Las experiencias inmersivas son también la respuesta a una sociedad cada vez más demandante en términos de estímulos visuales y ávida de sacar fotografías y compartirlas en sus redes sociales.
El comienzo de las experiencias inmersivas
Uno de los lugares pioneros en este tipo de propuesta es el Atelier des Lumiéres en París, que desde 2018, ofrece proyecciones monumentales inspiradas en la obra de grandes artistas como Vincent van Gogh, Gustav Klimt, Claude Monet y, actualmente, Salvador Dalí y Antoni Gaudí.
Lo que fue un espacio dedicado a la fabricación y fundición de alta demanda para satisfacer las necesidades de las empresas navales y ferroviarias, en 2013, se convirtió en el centro de arte digital de París.
Bruno Monnier, presidente de Culturespaces, descubrió la antigua fundición en desuso y tuvo la idea de crear este espacio. La familia dueña del lugar, que estaba interesada en el proyecto, acordó alquilarle el gran salón y sus anexos.
Fue en 2018 cuando se dio inicio al proyecto, precisamente con una proyección de la obra de Van Gogh como la que actualmente se encuentra en la Ciudad de México.
El lugar cuenta con muros de 10 metros de altura, un espacio de 3,300 metros cuadrados y 120 proyectores, así como un sistema de sonido sofisticado que lleva al espectador, literalmente, a transitar por las obras que se proyectan.
Lo mismo ha sucedido en Florencia, Italia, donde en 2019 se presentó la exhibición Inside Magritte, que permitía tener una experiencia inmersiva dentro de una antigua iglesia, para la que se diseñaron proyecciones de imagen y luz de las obras de René Magritte. Al salir, se contaba con una sala de dispositivos de realidad virtual, que permitían introducir virtualmente a las obras del artista belga, con la misma tecnología usada en los videojuegos.
A México, estas experiencias llegaron con la iniciativa de Bernardo Noval y su empresa Must Wanted, que trajo Van Gogh Alive en 2020, actualmente ubicada en el Monumento a la Madre.
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Nuestro país se suma a la tendencia
En julio de 2021, se sumaron a la carrera por la digitalización de las experiencias artísticas OCESA y Cocolab con Frida Inmersiva, en el Frontón México.
Era solo cuestión de tiempo que alguien optara por reinterpretar con este formato la obra de la famosa artista mexicana Frida Kahlo, que por su potencia visual, vida, mensaje contemporáneo y universalidad, es una de las autoras que se codea con los nombres de artistas antes mencionados en el imaginario colectivo del arte universal. Y se agradece que esto haya sucedido en México primero.
Por su parte, el artista mexicano de origen huichol Tupac Mártir, quien vive desde hace más de diez años en Europa, es uno de los autores pioneros en el mundo del uso de la tecnología con fines creativos. Ha colaborado con grandes marcas que buscan la espectacularidad de estos soportes para darse a conocer. Año con año, produce los desfiles de moda más importantes del mundo y diseña intervenciones de arte multimedia a grandes personalidades, como Alexander McQueen, Vivienne Westwood, Beyoncé y Elton John.
También cabe mencionar que el Museo de Arte Popular, gracias a su patronato, diseñó la primera exposición de realidad virtual de un museo en México. Será lanzada al público en cuanto existan apoyos económicos que favorezcan a los artesanos, a través del patrocinio de este producto digital ya terminado.
No es de extrañarse que los mexicanos vayan a la cabeza en los avances artísticos y creativos. Si algo hay de sobra en México, es creatividad.
La gran pregunta: ¿Es arte o no?
El llamado entretenimiento inteligente es duramente criticado por los estudiosos del arte más tradicionales. Tienen razón en que otras disciplinas artísticas que le anteceden, como el happening o el performance, ya proponían interacción, sorpresa y participación del espectador.
En estas también se propicia el encuentro interactivo entre el público y la obra, pero lo que hace diferente a las experiencias inmersivas es que incluyen un componente didáctico, puesto que están pensadas para acercar el significado de la obra al espectador y democratizar, de alguna manera, la cultura.
Son exposiciones de grandes artistas, en las que no hay ni un solo cuadro real de ellos, pero sí la proyección visual y lumínica de sus obras más famosas.
Este tipo de producciones con animación en medio de música, resuelven algunos problemas museográficos y de montaje, como los riesgos que implican el traslado de la obra y su aseguramiento, así como aduanas y múltiples especificaciones de conservación. Incluso, solo con el pago de derechos de autor correspondientes, se pueden montar simultáneamente en dos polos opuestos del mundo.
Participan equipos multidisciplinarios que animan, interpretan y crean guiones en la búsqueda de posibilidades más universales de visita. Si el arte es el objeto tangible que refleja el presente, sus necesidades, aspiraciones y posibilidades, este que se produce en soporte digital indudablemente es arte.
Un viaje al universo único de Frida
Frida Inmersiva, actualmente expuesta en el Frontón México, fue una producción de OCESA y Cocolab, resultado de la pandemia. En un plazo de siete meses, un equipo de alrededor de 90 personas, conformado principalmente por mujeres, lograron una experiencia al nivel de los ejemplos extranjeros citados en este artículo.
Esta propuesta se integra a la oferta cultural de la Ciudad de México, sin fecha final, con la ambición de lograr internacionalizarse como los otros casos y permanecer en la capital mexicana por largo tiempo. Por el momento, en las circunstancias de distanciamiento social, abre con éxito.
Su premisa principal es la resiliencia, esa capacidad de sobreponerse a la adversidad, que caracterizaba a Frida Kahlo. Superando todo tipo de controversias en torno a los derechos de autor sobre la obra de la pintora, promueve la obra de la artista mujer más célebre en el mundo.
Para esto, fueron utilizadas 26 obras, que van desde La columna rota hasta Niña con máscara de muerte; a partir de esta selección, los espectadores se relacionan con las pinturas de Kahlo de una forma distinta a lo habitual.
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La narrativa de la experiencia gira en torno a la vida de la pintora. Durante el recorrido, con duración aproximada de 45 minutos, los asistentes pueden escuchar composiciones musicales originales, realizadas por mujeres intérpretes de música regional y tradicional mexicana, procedentes de Oaxaca, Chiapas, Toluca y Ciudad de México. Todo el diseño sonoro de la experiencia está pensado para acompañar a los espectadores, enfatizando la sensación de inmersión en el mundo de Frida y sus obras.
Asimismo, en la experiencia hay un espacio interactivo en el que se puede bailar con criaturas fantásticas inspiradas en la obra de Frida.
>> ¿Cuándo y dónde?
Frontón México
Avenida de la República 17, Tabacalera
10am a 7pm, de martes a domingo.
Boletos en Ticketmaster.
**Kristina Velfu es periodista especializada en la difusión del arte y la cultura
Ig y Tw: @velfu