Nadie es bueno; nadie es malvado; todos son ambos, de la misma forma y en formas diferentes...Es tan pequeña, la vida de un hombre, y aun así hay tiempo para lograr grandes cosas, fragmentos de la tarea común.
Famoso por su arte y su relación con Vicent van Gogh y el incidente que se presume que llevó a que el impresionista perdiera su oreja, Paul Gauguin es uno de los pintores franceses imperdibles de este periodo, además de ser una figura sumamente controversial y que como muchos otros artistas no obtuvo el reconocimiento que se merecía en vida y su arte fue valorada hasta después de su muerte.
Gauguin, realmente llamado Eugène Henri Paul Gauguin nació un 7 de junio de 1848 y creció en el seno de una familia acomodada, en su infancia radicó en Lima, Perú hasta que su familia decidió retornar a París tras los conflictos peruanos de 1854, sin embargo, en su adultez, Gauguin no sólo conoció la pobreza, sino que desempeñó diversos trabajos, por ejemplo se unió a la Marina Mercante y también fue corredor de bolsa, antes de llegar a la pintura en 1882.
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A pesar de que Paul Gauguin no contó con ninguna formación en arte o pintura, su caso es el de alguien con talento, mucha práctica y de estar en el momento y lugar adecuados. Si bien en un principio el arte de Gauguin no fue aclamado, el parisino ya pintaba con otros grandes que pasaron a la historia como Cézanne y años después lo haría con Van Gogh, con quien formaría una amistad tumultuosa pero artísticamente relevante.
A diferencia de sus contemporáneos, Gaguin es esencialmente un pintor simbolista –aunque también incursionó en la escultura–, y logró distinguirse del impresionismo que imperaba en la época con un estilo sintetista; lo cual quiere decir que el objetivo de los artistas era sintetizar sobre el lienzo no sólo el objeto que pintarían, sino sus sentimientos, al tiempo que prevalecía una cierta pureza de la línea, el color. Más tarde, el uso del sintetismo sería identificado con el postimpresionismo, una corriente estética que precisamente tiene como sus principales expositores a Van Gogh, Paul Gauguin, Paul Cézanne, aunque también se consideran a Henri De Toulouse-Lautrec, Edvard Munch o Georges Seurat.
Así como el amarillo fue el color que identifica a Van Gogh o el azul ultramarino de Cézanne, Paul Gauguin también destacó por su experimentación con el color y es una pieza clave para entender la influencia que tuvo años después en el arte moderno.
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La amistad de Gauguin con Vincent van Gogh
Hacia 1888, Gauguin aceptó la propuesta de Van Gogh de acompañarlo en Arles, en un intento de crear allí una comunidad de artistas. Ambos artistas vivieron juntos por nueve semanas, sin embargo, tenían visiones distintas en cuanto correspondía al arte, incluso se dice que a Gauguin le molestaba el desorden de van Gogh.
En esta época es cuando ocurrió el incidente más conocido entre estos dos grandes. Una versión indica que Gauguin cortó la oreja de van Gogh, otras indican que van Gogh lo hizo por su propia mano tras la discusión con Gauguin, aunque una de las más aceptadas es que en realidad Gauguin alcanzó a cortar el lóbulo de van Gogh con su espada. Esta pelea fue el momento decisivo para la partida de Gauguin de Arlés y del inicio de un capitulo en la vida de Vincent tras el abandono de su amigo… aunque ambos mantuvieron comunicación por correspondencia.
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La temática indígena en la obra de Gauguin
Un episodio importante en la producción artística y vida de Gauguin es su paso primero por Panamá donde se dice que sus lienzos comenzaron a adquirir mayor luminosidad y Martinica, pero por sobre todo su viaje a Tahití en 1891, allí Gauguin se establecería, incluso tendría un controvertido romance con una adolescente Teha’amana, con quien tendría una hija… aunque ella no sería la única joven de corta edad que tendría algún tipo de relación con un Gauguin de 40 años, un detalle que incluso para la época fue motivo de escándalo. El artista se marchó en 1893, pero regresaría en 1895 y radicaría en Tahití por 6 años más en donde se concentraría en su escultura.
Al final de la vida del artista francés, se mudaría a las islas Marquesas, también ubicadas en la Polinesia Francesa. Ahí construiría su hogar, pero también perecería ante la sífilis, la cual con el paso del tiempo comenzó a impedirle pintar, aunque no le impidió formar parte de la vida local y su política o de escribir una suerte de autobiografía de su periodo en la polinesia francesa, la cual sería publicada hasta años después de su muerte.
Paul Gauguin perdió la vida un 8 de mayo de 1903, debilitado por la sífilis y aparentemente víctima del uso del láudano. Sus posesiones fueron subastadas cuando la noticia se diseminó, y aunque el pintor logró vender varias de sus obras en vida, el valor de éstas y de su propuesta artísitica no llegó sino hasta después de su muerte, cuando otros artistas retomaron sus propuestas como Picasso , por poner un ejemplo.
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