Existen pocos movimientos que se enfocan en varios aspectos sociales y culturales, este es el caso del Barroco, que surge a inicios del siglo XVII, y que continúa incluso una buena parte del siglo XVIII. Este se destaca por el impacto de sus obras, que sobresaltan en lo grotesco, lo saturado de color, y la falta de vacío, recurso conocido como horror vacui.
Este no solo impregnó el arte, también estuvo presente en la ciencia, tecnología, e incluso de la política y en la economía, a raíz de los cambios suscitados en este periodo, que poco a poco estaban cimentando los pilares de la Ilustración en la Europa occidental. El Barroco destacó también por su influencia en las colonias del continente americano, especialmente las que eran gobernadas por virreinatos de la corona española.
El nombre de este periodo viene del portugués “barrôco”, que se utilizaba en esta época para señalar un tipo de perla marina irregular, haciendo alusión al estilo excesivo mostrado en las figuras de este movimiento. Incluso, en esta época, dicho término era utilizado de forma peyorativa, pues en la cuna del Barroco, Italia, se le había nombrado en sus inicios como Seicento.
El Barroco es tan basto, que lo ideal es conocer las obras más emblemáticas de este periodo, y aquí te presentamos las más reconocidas en la pintura.
1. La Incredulidad de Santo Tomás, Caravaggio
No podemos hablar del Barroco sin pensar en Caravaggio y una de sus pinturas más emblemáticas, La Incredulidad de Santo Tomás, que además de ser una de las más reconocidas, ejemplifica a la perfección la pintura de este periodo. Con trazos realistas, podemos apreciar a la perfección las expresiones de los santos, a pesar del saturado juego de sombras, sumado con el impacto de ver a Tomás metiendo el dedo en la costilla de Cristo.
2. Las Meninas, Diego Velázquez
El pintor español Diego Velázquez creó este retrato de la familia del Rey Felipe IV en un lienzo de gran tamaño, por lo que la composición del cuadro es sumamente apreciable, y destaca por la complejidad, realismo y dinamismo orgánico que hace que esta pintura cobre vida ante los ojos del espectador.
3. El Rapto de las Hijas de Leucipo, Petrus Paulus Rubens
Algunos de los temas recurrentes en el Barroco son la religión, la cotidianidad de la realeza y los mitos antiguos, siendo un claro ejemplo de esto último la obra de Rubens titulada El Rapto de las Hijas de Leucipo, inspirado en la leyenda griega de Pólux y Castor.
4. Muchacha leyendo una carta frente a la ventana abierta, de Johannes Vermeer
Aunque la premisa de este lienzo podría parecer muy burda, al momento de conocer la pintura de Vermeer es inevitable no maravillarnos de la impresionante atención al detalle de cada cuadro. Comienza desde la perspectiva, como si miráramos a la joven por detrás de las cortinas, al reflejo de su rostro en la ventana, que capta perfectamente la luz que se refleja en el frutero de la mesa.
5. La Lamentación de Cristo, Annibale Carracci
Carracci fue uno de los pioneros del estilo barroco conocido como Eclecticismo, donde se integraban técnicas de grandes maestros del clasicismo, como Miguel Ángel o Rafael, mientras que los elementos del periodo del momento. En La Lamentación de Cristo, podemos ver ambos mundos converger de una forma sumamente clara, entre los trazos realistas, la temática religiosa, y la saturación, entre más elementos.
6. Judit Decapitando a Holofernes, Artemisa Gentileschi
Artemisa Gentileschi no es solo una figura sumamente importante en cuanto al Barroco, ella también es una precursora del feminismo, y esto se puede ver claramente en su arte, donde vemos mujeres fuertes, donde un tema general es la venganza. Tal es el caso de Judit Decapitando a Holofernes, que es realista, detallada y violenta, pero que tiene un aire de liberación ante el yugo masculino muy adelantado a su época.
7. La Tormenta en el Mar de Galilea, Rembrandt Harmenszoon van Rijn
Cada una de las obras de Rembrandt son fascinantes y misteriosas, especialmente por el manejo de luces del artista, que consta de fuertes contrastes en el uso de la luz y la sombra en los volúmenes de la pintura. Uno de los trabajos más reconocidos de este pintor neerlandés es La Tormenta en el Mar de Galilea, donde podemos ver con claridad este juego con la iluminación.
Tristemente, la pintura fue robada en 1990, y en la actualidad existe una recompensa de 9 millones de euros para quien la devuelva a su lugar.
8. El emperador Teodosio y San Ambrosio, Anthony van Dyck
Anthony van Dyck define la pintura barroca dentro de obras como El emperador Teodosio y San Ambrosio, donde es notable el horror vacui, la saturación de colores, y el estilo realista que eran clave en este periodo.
Así mismo, podemos tomar grandes ejemplos en otras artes barrocas, tal es el caso de la literatura, donde destaca Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes Saavedra, o en la arquitectura con el Palacio de Versalles, pues el periodo Barroco se ha consolidado como uno de los más influyentes en la historia.
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