Raúl Ávila Muñoz actúa, dirige, escribe y produce teatro. “Hasta ahora, he podido contar historias no solo en diferentes medios, sino también en diferentes posiciones”, relata.
Aunque recién está en los 30, tiene un largo historial profesional; “comencé mi carrera actuando en la obra de teatro Después de las 12, escrita y dirigida por Maru Dueñas (q. e. p. d.). También he participado en programas de televisión y en cine, como Mi corazón es tuyo, Amor sin reserva, Las 13 esposas de Wilson Fernández y 600 millas, entre otras”.
Trascendencia a través del teatro
A Raúl siempre le ha intrigado contar historias que exploren a la humanidad, pero que también recuerden constantemente aquello que compartimos todos como seres humanos, por lo que aprovecha la oportunidad de hacerlo al producir y dirigir teatro.
Desde su posición actual, sabe que está en la posibilidad no solo de desarrollar su carrera, sino que puede, al tiempo que se dedica a lo que ama, hacer aportes importantes a la sociedad.
Confiesa que quisiera dedicar su vida “a crear arte que provoque y desafíe las estructuras sociales y, a la vez, dé visibilidad a las intersecciones de raza, política, género y sexualidad”.
Además, “como artista de teatro, busco la mejora del mundo, y me esfuerzo por hacer un cambio a través de la generación y la reinvención de historias que sean oportunas, convincentes e interseccionales”, reflexiona sobre el tema.
Un interesante desafío profesional
Actualmente, Raúl se encuentra trabajando en un monólogo llamado Girly Girl, que, dice, tuvo la fortuna de codirigir y coproducir: “Es un proyecto que surgió durante la pandemia, el cual presentamos por primera vez frente al público en el Festival Orlando Fringe (con todas las medidas necesarias), y a principios de agosto, se presentará de nuevo en el Festival Minnesota Fringe en línea”.
Se trata de una historia que nos lleva a través de las diferentes fases de la adolescencia del personaje principal, Lily, quien está en la búsqueda de su propia autenticidad durante la época de oro de YouTube.
Al respecto, detalla que “Girly Girl revela lo que sucede cuando una niña influenciada por las redes sociales muestra su vida en línea incluso antes de saber quién es realmente”.
Su otra lucha: el orgullo y la igualdad
Dar visibilidad a las personas de la comunidad LGBTQIA+ en cada ámbito de la sociedad es de gran importancia, piensa Raúl Ávila, así como “que las personas cisheterosexuales estén conscientes del enorme privilegio que tienen y, como aliados, abran paso a las personas del colectivo LGBTQIA+, a fin de que vivamos en un mundo diversamente interseccional”.
Hay que recordar que la comunidad LGBTQIA+ no solo ha sido juzgada, perseguida y hasta criminalizada; esto sigue pasando. Contrario a lo que mucha gente creería –porque pareciera que hoy es celebrada–, en muchas partes del mundo sigue siendo considerado un crimen, y en otras, como en nuestro país, el prejuicio y la violencia son el pan de cada día.
Opina que la comunidad ha logrado, por sus propios méritos, la igualdad que existe hoy en día; sin embargo, la lucha sigue y seguirá hasta que todos tengan exactamente los mismos derechos: “el orgullo y la lucha por los derechos de la comunidad LGBTQIA+ debe celebrarse constantemente, para que todas las personas puedan sentirse libres y seguras a donde quiera que vayan”.
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