Lo dijo muy bien Salvador Dalí: “México es un país surreal”; y si alguien ha sabido hacerle honor a esta frase, con un giro postmoderno afilado y relevante, es el artista irlandés Robyn Ward, quién desde hace ya más de cuatro años reside en Tierra Azteca y ha logrado fusionar su historia de vida con un fuerte mensaje de protesta que ha permanecido vigente por 20 años y contando, con un estilo tan de él que nos resultaría imposible encasillar su virtuosismo en una sola rama artística, pues sí, tiene algo del antes mencionado surrealismo, tiene algo de arte urbano, tiene algo de minimalista, pero tiene TODO de Robyn Ward y ahora estará a disposición del ojo público, pues nos abre las puertas a su nuevo estudio en la colonia Condesa en CDMX, donde podrás atestiguar algunos de sus trabajos que seguro resonarán contigo de mil y un maneras.
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Cada pieza mostrada en el estudio cuenta la historia de Robyn, quién de hecho nos platica que cada uno de sus trabajos puede tardar en realizarse en promedio de 2 a 3 años, algunos incluso han sido culminados en 5 años de constante esfuerzo, pues la mente del artista irlandés permanece en constante movimiento, brincado de pieza en pieza conforme el va sintiendo cada pulsación de inspiración, logrando transmitir múltiples sensaciones utilizando distintas mezclas de una amplia gama de materiales, como pinturas de aceite, aerosoles, acuarela y hasta pintura de vinil para darle vida a pinturas y esculturas que pueden ir de los más abstracto a lo más crudo y real, que además siempre son dignas de analizar, pues entre cada rincón se encuentran múltiples significados que la audiencia deberá descifrar por cuenta propia y otros que forman parte de la psique y la historia de Robyn Ward.
Debido a que los creo durante largos períodos de tiempo (2-3 años) y con métodos muy diferentes, se ven diferentes a lo largo de las distintas etapas. Al principio utilizo pinceladas muy sueltas y técnicas de goteo, lo que también significa que los lienzos a menudo se pintan desde arriba.
Esta experiencia también se puede definir como cinestésica, pues el trabajo de Robyn transmite más allá de una paleta de color, pues sus piezas te hablan y puedes escucharlas, te transmiten sabores, algunos dulces y otros amargos, otros te intoxican como si fueran una cerveza bien fría, fresca, pero también amarga y embriagante. Es una maravilla.
Tiendo a brincar de una pieza a otra; mientras una se seca antes de poner otra capa encima, así que, en ese sentido, la larga espera y el tiempo para pensar se deben al uso de aceites muy pesados durante las últimas etapas del proceso.
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Robyn ha trabajado en cinco series distintas: ‘Once upon a time’, ‘Plastic Nation’, ‘Society Matters’, ‘Fucked at Birth’ y la más reciente sin título que está conformada de una serie de pinturas abstractas que han sido ensambladas por Ward durante los últimos 15 años.
Los elementos clave son capas de ideas, mensajes e historias didácticas. Cada capa representa un momento de mi propia vida o una historia específica, en efecto, como capturas de pantalla superpuestas una sobre otra.
En el estudio de Robyn en la colonia Condesa podrás encontrar varias de sus obras, de todas las series antes mencionada y como cereza a este delicioso pastel, podrás ver algunas piezas en desarrollo, pues parte de la magia de visitar un estudio es esa, el poder observar de primera mano el proceso creativo del artista:
En el estudio en este momento puede encontrar ejemplos de cada serie mencionada anteriormente, pero las pinturas que estoy trabajando son principalmente mis abstracciones. Como en cualquier estudio, la configuración muestra el proceso, y puedes encontrar algunos de los lienzos de algodón en crudo, no probados, en el suelo sin estirar y otros colgados en las paredes.
Así que no te olvides de visitar el estudio de Robyn Ward en la calle de Zamora, ubicada en la Colonia Condesa, CDMX, y mantente pendiente a sus redes, para enterarte a partir de cuando las puertas de este recinto estarán abiertas.
Soy irlandés. La pintura fue donde encontré la soledad lejos de la locura que estaba pasando en mi país durante The Troubles (así se llamaba la Guerra Civil en Irlanda del Norte) mientras crecía en las décadas de 1980 y 1990.
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