La conciencia detrás del movimiento #MeToo es realmente liberarnos de algún evento que no nos permite seguir nuestro camino en paz.
Se ha estigmatizado para contar solo historias de abuso y violencia sexual, ¿pero se han dado cuenta de que siempre que estamos en reuniones si alguien comenta lo que sea, para empatizar, decimos: “a mí también me ha pasado”? Eso nos une y cuando sentimos eco en cualquier acción, estamos acompañados, en confianza. Imaginen ahora si se trata de un tema de abuso.
Y sí, los tiempos han cambiado, todas las mujeres hemos abrazado esta nueva ola que nos lleva a poder expresarnos con certeza y saber que no debemos vivir solas y en peligro, pues tristemente se ha llegado hasta el punto en que tuvo que surgir todo un movimiento internacional que nos avala.
Por desgracia, en culturas latinoamericanas –como la nuestra–, en las que el machismo aún reina y todavía hoy, algunos hombres siguen teniendo conductas misóginas, dictatoriales, lascivas, agresivas y fuera de la igualdad, nos encontramos con casos que nos siguen llamando la atención.
Los dos lados del abuso
Pero, ¿qué es abuso? Es algún tipo de daño físico o psíquico que generalmente tiene lugar y razón de ser gracias al poder de la persona que lo materializa y que tiene clara posición de ventaja, ejerciéndola en perjuicio de otra más débil. Son temas delicados, desafortunados, que dejan huellas en la autoestima de las personas, quienes por alguna razón, además de la agresión recibida, sienten culpabilidad.
Como todo movimiento de legitimidad, también hay que hablar en paralelo de otro abuso que se viene cometiendo con estos casos, y es preciso establecer las reglas del juego, pues hoy también es muy sencillo salir, dar tu versión de los hechos, esperar a viralizar el mensaje y simplemente dejar que las cosas ocurran.
Este proceso se debe de hacer transparente, y a mi parecer, debería de existir en las escuelas como parte de la educación básica. Para demostrar cualquier agravio, se debe de actuar consecuentemente en tiempo y forma. Sin desacreditar el hecho de que puede ser que estés viviendo en abuso, mientras más pronto puedas comprobarlo, mejor. Una historia, la que sea, tiene dos versiones.
No vivimos en el mundo ideal, así que es mejor cuidarnos en lugar de dejar que el deber ser –que a la mera hora nunca es– nos lleve a vivir una malísima experiencia.
Prevenir, antes que lamentar
Evitar situaciones de riesgo también es importante para mantenerte a salvo. Tú también debes cuidarte y cuidar tu integridad. Nos corresponde a los padres hablar con nuestros hijos sobre los riesgos, lo que no se debe de permitir y que se debe evitar, en la medida de lo posible, colocarte en una zona de peligro y vulnerable.
El otro día escuchaba un podcast en el que decían: “la noche puede ser peligrosa”. ¡Y sí, la verdad sí! Aunque tú seas tranquilo, muchas veces invitas a otros al destrampe, y a malentender situaciones. No vivimos en el mundo ideal, así que es mejor cuidarnos en lugar de dejar que el deber ser –que a la mera hora nunca es– nos lleve a vivir una malísima experiencia.
No van a ganar los malos, no van a seguir pisando ni apagando la luz de nadie. Llegó la hora de la verdad, esa misma verdad que nos hace libres.
Una lucha que cambia el mundo
Marzo nos hace reflexionar mucho sobre los valores, sobre esta gran lucha de las mujeres y sobre la vulnerabilidad. Hemos vivido tiempos recientes que han modificado el panorama, y estamos seguros de que la conciencia es otra, que supera al miedo.
Es en serio que en este mundo interconectado, en la actualidad, no se puede esconder nada; todo se sabe, todo sale a la luz, todo se devela, todo se puede demostrar por medio de testigos, grabaciones y videos.
No van a ganar los malos, no van a seguir pisando ni apagando la luz de nadie. Llegó la hora de la verdad, esa misma verdad que nos hace libres. Hoy la libertad es el intangible más perseguido y amado. Hemos decidido no esperar al karma, mejor que sea como un boomerang en sus tiempos. Ahora, la haces y la pagas.
Por todo esto, feliz Día Internacional de la Mujer a todas las que nos inspiran, a todas las valientes, a todas las que nos hacen avanzar.
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