Lejos de las caricaturas o el tipo de dibujo que Walt Disney utilizó para sus grandes películas, en Japón la animación y en particular el anime es uno de los géneros más populares y socorridos en el país del Sol naciente.
La animación japonesa llegó para muchos en el formato de caricaturas, lo cierto es que cuando se trata de cine japonés y de la animación, el Studio Ghibli y el talento de Hayao Miyazaki consiguieron lo que pocos lograron: pusieron en la mira a este tipo de cine en el mundo Occidental.
Si bien El viaje de Chihiro, ganadora del Oscar a mejor película animada y una de las historias más entrañables de la cultura japonesa, pero por sobretodo de Miyazaki, es un referente obligado, lo cierto es que este gran artista nos legó una serie de películas que todos deberían ver por lo menos una vez, sean fanáticos del género o no.
Hayao Miyazaki es considerado un genio de la animación japonesa y un gran cineasta, que no importa cuán fantasiosas puedan ser sus narraciones, siempre tienen elementos sumamente humanos que dejan entrever la complejidad del hombre y del amor, pero que al mismo tiempo no dejan de ser historias emocionantes y en las que es difícil no tener un interés genuino por sus protagonistas.
A manera de homenaje de Miyazaki, así como una recomendación para introducirse al mundo de la cine animado japonés, estas son las 10 mejores películas de Hayao Miyazaki que te ayudarán a entender el arte de la animación japonesa:
1 El viaje de Chihiro (2001)
Ya la hemos mencionado y la mencionamos primero simplemente porque no podemos no ponerla en la lista… y que es universalmente aceptada como la mejor narración y película del japonés, después de todo es la única película anime con un Oscar. La historia sigue a Chihiro una pequeña que durante el viaje de mudanza con sus padres llega a un pueblo aparentemente inhóspito que en realidad es un mundo de espíritus y criaturas extrañas, y aunque intenta escapar descubre que sus padres se han convertido en cerdos. La trama entonces sigue a esta pequeña en una narración que muestra su transformación de una niña malhumorada y malcriada a alguien que ha aprendido el valor del esfuerzo.
2 El increíble castillo vagabundo (2004)
Esta cinta se basa en la novela de Diana Wynne Jones, El castillo ambulante, y es la película sucesora a El viaje de Chihiro que cimentó a Miyazaki como un gran cineasta de la animación japonesa, pues también fue nominada al Oscar. La historia sigue a Sophie, una mujer joven que producto de una maldición tiene el aspecto de una anciana, aunque la maestría del japonés deja entrever que a pesar de su aspecto su actitud es propia de alguien en su plena juventud. Con el objetivo de romper la maldición, Sophie busca a Howl, un mago que vive en un castillo ambulante y quien supone podrá ayudarla, sin embargo, ambos se necesitan más de lo que creían y comienza una entrañable historia de amor, otro de los sellos propios de las narraciones de Miyazaki.
3 Mi vecino Totoro (1988)
Si acaso, Mi vecino Totoro es una de las películas más reconocidas de Miyazaki y el Studio Ghibli, gracias a su personaje Totoro que forma parte de su logo, además de que ha inspirado incluso la creación de parques temáticos que recrean ese mundo. La película sigue a dos pequeñas y su padre, quienes tras la hospitalización de su madre viajan a la campiña japonesa, allí se encuentran a varios espíritus del bosque, pero por sobre todo a Totoro, entendido como el guardián del sitio que se aparece ante las pequeñas durante el difícil momento de la enfermedad de su madre.
4 Se levanta el viento (2013)
Se trata de las películas en las que mejor se distinguen los tópicos que le apasionan a Miyazaki: los aviones, el gusto por volar y los pilotos… y no hay mejor historia para cubrir esos intereses más que contando la historia de Jiro Horikoshi, un diseñador de aviones que en la realidad creó algunos de los aviones utilizados durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, en esta película, el cineasta se centra en otros aspectos de la vida de Horikoshi como su pasión por el diseño, así como su historia de amor.
5 La tumba de las luciérnagas (1988)
Los referentes a sucesos de la vida real en el cine de Miyazaki no se limitan a ejemplos como el de El viento se levanta, en La tumba de las luciérnagas, te encontrarás una película que a pesar de ser una animación es un gran drama que sigue a dos huérfanos cuya inspiración se originó en una de las fotografías más remarcables de la historia, pero también de las más trágicas, el de un hermano llevando a cuestas a su hermano menor muerto. Así como en la vida real, en esta película estos huérfanos viven la cruda realidad de la postguerra y de la hambruna, en un relato que fuera de la desolación cumple con uno de los grandes tópicos de Miyazaki, el amor.
6 Nausicaä del Valle del Viento (1984)
En esta película seguimos a Nausicaä, una de las grandes protagonistas del cine de Miyazaki que se desenvuelve en un mundo postapocalíptico en el que los recursos naturales del planeta son destruidos. En la película se plantean otros tópicos comunes en el cine de Miyazaki como el rechazo a la guerra y la violencia, así como una agenda ecológica; ambos tópicos se muestran a través de esta princesa que guía a su pueblo contra el ejército de una reina malvada.
7 La princesa Mononoke (1997)
Como en otras películas de Miyazaki, esta película sigue a un héroe que ha sido maldito por un demonio y que tiene la tarea de buscar una cura para sobrevivir. Sin embargo, el viaje lo hará pasar por una cruenta batalla en la que también se ven temas similares a los de Nausicaä. En esta batalla los espíritus guardianes de los bosques luchan contra los humanos que destruyen todos los recursos y el bosque mismo.
8 Ponyo en el acantilado (2008)
Algunos refieren a Ponyo como la versión de Miyazaki de La sirenita –que originalmente es un cuento de Hans Christian Andersen– y es que en esencia ambas tienen entre sus personajes a una criatura marina que intenta vivir fuera del mar, pero fuera de cualquier comparación con la película de princesas, Ponyo no sólo tiene un tema musical difícil de quitar de la cabeza, sino también de una entrañable historia de amistad, en el que precisamente Ponyo forja una amistad con Sosuke, un niño humano, por lo que desea convertirse en ser humano.
9 Porco Rosso (1992)
¿Recuerdas que hablamos del tópico de la aviación? Pues Porco Rosso es otro ejemplo claro del gusto de Hayao Miyazaki. Esta película sigue a un piloto (ojo aquí) italiano (doble ojo aquí, hay que recordar que Ghibli es la palabra italiana utilizada para denominar a los aires del Sahara*) queda embrujado y se convierte en un cerdo –que incluso habrá que pensar en las similitudes de los padres de Chihiro que también son convertidos en cerdos, pero sin consciencia– que abordo de su avión se enfrenta a piratas aéreos.
10 El castillo en el cielo (1986)
Aunque Miyazaki tiene muchas más películas, no podíamos dejar de obviar El castillo en el cielo y es que se trata de su primera película bajo el sello del Studio Ghibli y que recuerda mucho a Nausicaä del Valle del Viento pues ambas cuentan con elementos propios de la ciencia ficción, así como un mensaje predominantemente ecologista.
Esta historia tiene como protagonistas a Pazu y Sheeta, quienes tienen la tarea de evitar que una piedra mágica caiga en las manos equivocadas, en específico las manos de unos agentes militares que desean llegar a la isla flotante de Laputa.
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