¿Podrías imaginar una rebanada de pastel conservada durante 40 años? ¡Sí, es posible! Claro está que es una pieza culinaria imposible de comer en la actualidad, sin embargo, gracias a su papel principal en la boda del príncipe Carlos y Diana Spencer en 1981, se ha vendido durante una subasta con un costo aproximado de 52 mil pesos. ¿Quién guardó el postre y quién fue el afortunado comprador? Te contamos todos los detalles.
El 29 de julio de 1981 fue considerado un año importante en la historia de los Royals debido a que aconteció la boda más publicitada y seguida por los medios y el pueblo de Reino Unido, Diana y el hijo mayor de la Reina Isabel II, el príncipe de Gales, daban el “sí, acepto” en la catedral de San Pablo, en Londres.
Entre todos los protocolos de la celebración matrimonial que incluían botellas de champagne etiquetadas con la fecha del suceso, se encontraba un gran pastel de bodas de cinco pisos, además de otras 22 piezas de repostería más que se llevarían a las residencias reales como regalo para todos los ayudantes de los miembros de la corona, uno de ellos enviado a Clarence House, residencia de la Reina Madre, donde fue repartido entre los empleados. Una rebanada quedó en manos de Moyra Smith, cocinera real de la casa.
En lugar de que Smith comiera la rebanada de pastel al igual que sus compañeros, decidió conservarlo con plástico adherente, guardarlo en un molde para pasteles, congelarlo con la leyenda, “manéjelo con cuidado” y la fecha de la boda.
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De acuerdo con la casa de subastas, Albury, la rebanada de pastel aún se conserva en óptimas condiciones externas aunque no recomiendan su consumo; pesa 800 gramos, tiene glaseado blanco, un decorado de azúcar que forma el escudo de armas de la monarquía británica y una herradura plateada.
Moyra conservó tan bien el pastel que al momento de su muerte, su familia lo vendió por mil libras esterlinas a un coleccionista privado en 2008 (aproximadamente 27 mil pesos mexicanos), ahora a 13 años de haberlo comprado lo vendió y tuvo la suerte de recibir 52 mil pesos mexicanos. ¡Gran negocio!
Chris Albury, vocero de la casa de subastas aseguró para la agencia AFP, que recibieron varias pujas de Reino Unido, Estados Unidos e incluso de países de Oriente Medio.
La pieza de repostería finalmente fue adquirida por Garry Layton, un coleccionista de Londres, quien incluso recibió el programa de la ceremonia de la boda, un menú conmemorativo del desayuno y un plano de los asientos asignados para la recepción en el Palacio de Buckingham.
¿Comprarías un objeto de tales precedentes?
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