Fotos: Enrique Covarrubias | Maquillaje y peinado: Vicktor Rangel | Styling: Luzma Carrera
Muchas veces nos dejamos llevar por la apariencia y sacamos nuestras propias conclusiones. El mejor ejemplo es Matías Novoa. Por su atractivo físico, podemos pensar que es alguien superficial, o por su participación en telenovelas, podríamos concluir que solo busca el protagónico de guapo encantador. Pero nada más alejado de la realidad.
Matías platicó con Revista Central para compartir detalles de sus proyectos más recientes, pero también nos dejó ver el hombre que es: maduro, inteligente, compasivo, deseoso de romper con los estereotipos, en busca de salir de su zona de confort y enfocado en crecer personal y profesionalmente.
En busca de escapar del molde
Para empezar es un chileno muy mexicano, tanto que se considera más de aquí que de allá.
“México siempre ha sido mi casa, ya me siento más mexicano que chileno por las vivencias que me han tocado vivir aquí, en este país me ha hecho crecer muchísimo”.
Matías, conoció México a los 20 años y como tiene familia en México, se adentró en la cultura mexicana fácilmente. Después, en 2007, volvió a nuestro país, ya para quedarse, y comenzó a estudiar en el Centro de Formación Actoral (CEFAT). “México siempre me abrió las puertas, siempre me abrazaron”, afirma.
Su carrera actoral comenzó en televisión, donde “son muy fijados en el físico, que te veas bien, todo estético, un poquito más rígido… pero he tratado de salirme de eso y creo que he ido por buen camino”.
A Matías le interesa seguir aprendiendo, y está consciente que eso requiere tomar caminos complicados y asumir riesgos, algo que queda complemente de su lado, pues es resultado de las decisiones que toma: “Me pude haber quedado en la zona de confort, pero he tratado de romper eso siempre”.
Aunque no ha parado de trabajar, quiere más, pero está consciente de que lo que busca es un mayor reto:
“Tengo muchas ganas de seguir haciendo cine. Acabo de hacer dos películas, pero fueron comedias, y cuando veo un drama padre en el cine, me das unas ganas de meterme. Veo el trabajo actoral sensacional, la preparación, hacer algo completamente diferente desde lo físico hasta lo emocional… ¡eso me falta!”.
Lo mejor es que está dispuesto a sacrificar el protagonismo con tal de conseguir la complejidad que lo llevaría a dar otro salto en su desarrollo: “Quiero ir a ahí, a un personaje que no me importa que no sea protagonista, pero sí que sea interesante, que me lleve a quebrarme, a salir de mi zona de confort y a sentirme completamente descolocado”.
Su fututo está en las pantallas (“me veo en la actuación y el medio artístico hasta una edad muy grande”), pero con este nuevo enfoque: “Quiero seguir rompiendo el estereotipo en el que de repente te pueden encasillar y siempre buscar papeles interesantes, cosas que me incomoden para ir creciendo en lo actoral”. Lo cual además está apoyado por el momento personal en el que se encuentra, pues recién cumplió 42 años, “una edad que empieza a ser muy interesante, porque empiezas a tener todas las cosas vividas y las emociones se vuelven más maduras, y eso se vuelve más interesante para transmitirlo en pantalla”.
El lado oculto y privado del actor
Alimentar el alma es fundamental para Matías Novoa. Se considera alguien sensible, preocupado por los demás, a quien le afecta lo que sucede en el mundo y, sobre todo, con los niños, en parte, porque le preocupa el futuro de su hijo; “yo me iré en algún momento, pero él va a quedar aquí”.
Matías intenta enfocarse siempre en ser compasivo con los demás, “y por eso me he tratado de expresar de otra manera en las redes sociales”, en las que trata de contar algo más, dejando de lado compartir que está en algún restaurante comiendo un platillo instagrameable.
Con esto, busca despegarse de él, hacer publicaciones que no tienen que ver con el ego y con su faceta de actor, “sino con otras cosas que puedes ver más allá. Puedes enseñar al público otra percepción de la vida. Es un papel que también nos toca como actores, y lo trato de hacer todo el tiempo para poner mi granito de arena a este mundo”.
Además, y aunque la gente quiere saber todo sobre los famosos que admiran, es muy reservado con su vida privada.
“Tengo mi mundo interior que no voy a andar contando, pero transmito otras cosas. Me gusta mucho la fotografía, saco muchas fotos, y por ahí expreso ciertas cosas, como mis sentimientos o mi mood en ese momento”.
Y en excepción a su regla, hizo una confesión para nosotros, que este mes tiene como tema la música: compartió un poco sobre esos grupos que lo marcaron de pequeño. “Los Prisioneros son muy buen grupo. La Ley también lo fue. ¡Y Los Bunkers! Yo creo que siguen siendo iconos en Chile, y lograron influenciar a otros grupos para que creciera la música chilena”.
Si no los conoces, sigue la recomendación de Matías. Aunque no son parte de la escena musical actual, él los sigue escuchando, pues lo acercan a sus primeros años y a todos los procesos que ha vivido. “Cuando tenía ocho años, los escuchaba todo el tiempo. Me acuerdo de su música. Me recuerda mucho mi niñez, mi infancia y mi adolescencia”.
Lo que sigue para Matías
Próximamente en HBO Max podrás ver uno de los trabajos más recientes de Matías: Armas de mujer, serie en la que también participa Kate del Castillo.
Se trata de una comedia, casi una parodia, cuenta Matías. La historia se centra en cuatro mujeres cuyos maridos forman parte de una organización criminal. “Ellas están acostumbradas a que los hombres ganen el dinero y las tuvieran como reinas, pero se arma un despapaye cuando a ellos los captura la policía y los meten a la cárcel, mientras que las mujeres se quedan frente a este mundo”.
El personaje interpretado por Matías “está metido en negocios ilícitos, pero casi sin saberlo, es como muy inocente. No lo vemos metido en la violencia, pues es un contador que le lleva las finanzas a los tipos que tienen negocios ilícitos. Siempre estuvo un poco fuera de la parte oscura, y además que no sabe nada, es cobarde, le da miedo todo. Esto fue totalmente diferente a lo que había hecho antes”.
Con esto hace referencia a su participación en El Señor de los Cielos. Matías tiene claro que es un tema delicado. Durante casi dos años, estuvo metido en ese papel; “yo me divierto como niño, porque lo tomo como un trabajo nada más, pero tiene todo un trasfondo lo que le estamos comunicando a la gente”.
En este caso, su personaje, Amado Casillas, “es un tipo que es violento, matón, sanguinario, no tiene escrúpulos, totalmente fuera de lo que queremos en esta sociedad”. Y esto lo lleva a cuestionarse lo que hace como actor. Como respuesta a la situación en la que está, “trato de mostrar que a estos personajes no hay que juzgarlos; por una u otra razón, llegaron a ese lugar, no porque realmente sean personajes malos”.
En los próximos días, a través de Amazon Prime Video, podremos volver a verlo en la piel de Felipe, en la segunda parte de Doblemente embarazada. “Es un papel completamente diferente: un hippie que vive en las nubes todo el tiempo. Es una película muy entretenida, le va a encantar a la gente”, explica Matías.
Además, Matías regresa a sus orígenes y de nuevo forma parte del elenco de telenovelas. “Me desaparecí un poco, porque empecé a trabajar para otra compañía. Hice producciones latinoamericanas para los latinos que viven en Estados Unidos”. Esto lo ha llevado a reencontrarse con el público que lo vio iniciar su carrera actoral. A mediados de julio, empezara a grabar otra producción; “ya se estarán enterando de cómo se llamará y quiénes estarán”, comenta sin adelantar mucho sobre este nuevo proyecto.
Sobre lo que sigue y el camino por el que continuará, comparte que su profesión no es fácil: “Hay muchos momentos donde te cansas. Es mucho de estar enfocados y no perder la paciencia. Siempre pensamos en un papel perfecto, pero igual no te llega o pasan muchos años sin que te llegue”. Para sobrellevarlo, “hay que tener confianza y fe de que sí pueda ser posible, así como enfocarte en tus metas y tener claro hacia dónde quieres ir”. Ya veremos sus cada vez más firmes siguientes pasos.
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