El príncipe Harry alcanzó una victoria histórica contra un medio británico por una intromisión a su intimidad que le valió una “reparación de daño sustancial”, lo que trae a colación todos aquellos conflictos que él ha tenido con la prensa británica y la eterna relación que existe entre los medios y la realeza de Gran Bretaña.
En 2019, el hijo menor del rey Carlos III decidió iniciar una batalla legal contra el grupo británico de Rupert Murdoch, News Group Newspapers (NGN), entre sus títulos más destacados se encuentra The Sun. Harry acusó al grupo de realizar “prácticas delictivas en la obtención de información privada (como hackeo de teléfonos), falsedad, ocultación y destrucción de pruebas”.
La intrusión de la que se le acusó a The Sun abarcó del año 1996 a 2011, incluidas algunas acciones llevadas a cabo por investigadores privados.
Tras casi cinco años de la pelea legal, esta semana Harry tenía que presentarse para declarar en el inicio del juicio, no obstante, llamó la atención su ausencia y en seguida, su abogado David Sherbone, salió para anunciar que las partes habían llegado a un acuerdo y que el grupo editorial se había disculpado, incluyendo un ofrecimiento a pagar por “daños sustanciales”.
De acuerdo con The New York Times , dicho pago sería de alrededor de las 10 millones de libras esterlinas, según una fuente anónima.
NGN ofreció a Harry una disculpa completa e inequívoca por hackear su móvil e inmiscuirse en su vida personal:
“Reconocemos y pedimos disculpas por la angustia causada al duque y por el daño infligido a sus relaciones, amistades y familia, y hemos acordado pagarle daños sustanciales”.
Una verdad implacable que además admitió el grupo fue el de también realizar vigilancia telefónica, entrometerse en la vida privada de su madre, la princesa Diana y un ex dirigente adjunto del Partido Laborista, Tom Watson entre 2009 y 2011, cuando trabaja en el gobierno ya que lo había “sometido a vigilancia”.
El príncipe Harry y la prensa británica
El caso legal con The Sun no es el primero, ni el único que el príncipe Harry ha librado con el grupo NGN. Hace unos años fue uno de los 1.300 demandantes contra News of the World por un escándalo de escuchas telefónicas que terminó en el cierre del medio en el año 2011.
En 2005 publicó un artículo sobre una lesión de rodilla del príncipe William, una historia a la que únicamente se pudo tener acceso a buzones de voz hackeados. Un investigador privado fue condenado a meses de prisión en 2007 por interceptar los teléfonos de la Familia Real.
En febrero del 2024 se dio a conocer que había ganado la disputa frente a Mirror Group Newspapers, que contiene medios como Daily Mirror, Sunday Mirror y Sunday People.
¿La razón? “Hackear los mensajes de voz, así como otra recopilación de información ilegal entre 1996 y 2011”.
Se estipuló que entre 1996 y 2010 se publicaron historias, por lo que en junio de 2023, el hermano menor del príncipe William pasó días declarando en la corte siendo interrogado por sus afirmaciones, ya que la información hecha pública solo pudo haber sido obtenida de manera ilegal.
Para finales del 2023, el tribunal sentenció que había evidencia de un “uso amplio y habitual de hackeo telefónico en el grupo editorial”.
En un artículo, la BBC apuntó que Harry habría recibido alrededor de 300.000 libras esterlinas en total, y un portavoz de MGN dijo:
“Donde se llevaron a cabo irregularidades históricas, nos disculpamos sin reservas, hemos asumido toda la responsabilidad y hemos pagado una compensación”.
La última pelea legal que continúa su curso es la interpuesta por el príncipe Harry contra Associated Newspapers Limited (ANL), en la que se incluye otros nombres famosos como Elton John.
De acuerdo con CNN, acusan al editor del medio británico Daily Mail de recopilación ilegal de información a través de investigadores privados para colocar dispositivos de escucha y grabar llamadas telefónicas privadas, un caso que se presentó en el año 2022 y que de no llegar a un acuerdo extrajudicial como lo sucedido con NGN, se podría ir a juicio en 2026.
La prensa y la realeza británica
Los medios de comunicación tienen esa labor intrínseca de informar, no obstante, existe una línea delgada entre brindar información a convertirse en una máquina de acoso, y vaya que la Familia Real lo sabe.
El vínculo entre la prensa y la realeza británica se ha entrelazado desde hace muchos años, la imperiosa necesidad de saber qué ocurre en sus “perfectas vidas” contribuye a que por mucho tiempo el asedio de editores y reporteros sea constante.
La batalla legal entre el príncipe Harry y la prensa británica está ligada de manera profunda a una verdad cierta y ampliamente documentada: el acoso que vivió Lady Di. Por esta misma razón se pensaría que el hijo menor de la princesa más querida en la historia de Gran Bretaña involucra el acoso de la prensa como una de las causas del accidente que más tarde provocó su muerte.
Entre los múltiples acosos de la prensa con Diana está la controversial entrevista de la BBC, donde declaró la icónica frase: “éramos tres en este matrimonio”, refiriéndose a las infidelidades del entonces príncipe Carlos con Camilla Parker Bowles. En el año 2022, el periodista de la BBC confirmó que utilizó “métodos engañosos” para lograr que la princesa Diana accediera a dar la entrevista.
Los “escándalos” de la princesa Margarita también fueron objeto de los tabloides, a sus 20 años se publicó información sobre un posible matrimonio con el divorciado capitán Peter Townsend. Un año más tarde, al cumplir 21 años apareció en la prensa una fotografía de ella con una vestido strapless con el que se notaba aparentemente desnuda. Una foto tomada por el fotógrafo Antony Armstrong-Jones, quien años más tarde terminaría siendo su esposo.
Por su parte, el príncipe Andrés, hijo de Isabel II, en su juventud era considerado en la prensa británica como “The Playboy Prince”, debido a su actitud desenfadada y a que acudía a múltiples fiestas. Sus escándalos en 2022 sobre agresión sexual terminaron por socavar su imagen pública.
El actual rey Carlos II también estuvo en las páginas de la prensa británica de manera controversial con el llamado “Camillagate” o “tampongate”. Una llamada entre él y Camilla que sucedió en 1989 y fue escuchada sin querer por un ciudadano que más tarde vendió la grabación a los medios de comunicación. Hablaban del discurso que ofrecería él, para dar un vuelco inesperado sobre cuánto desearía Carlos se un tampón para estar siempre con ella.
La llamada fue divulgada en 1993 después de que Carlos y la princesa Diana se divorciaran en 1992.
El príncipe Harry tuvo su propia publicación controversial cuando The Sun publicó una foto suya en una fiesta de disfraces con pantalones color beige y una insignia nazi en el brazo izquierdo.
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