Después de una tutela de 13 años y mucho tiempo de silencio, la estrella del pop, Britney Spears, por fin tiene la oportunidad de compartir la versión de la historia de su vida en el libro, The Woman in Me, y sin reservas, cuenta más de una cruda experiencia.
Detalle a detalle narra los altibajos públicos conocidos por el mundo entero, pero también, otros conflictos que permanecieron guardados detrás del telón del show con el fin de seguir con rumbo en el ascenso a la fama y conservar su posición ahí.
Definitivamente, The Woman in Me, comparte una mirada nunca antes vista de Spears a los largo de 275 páginas, con las que recupera su voz y se libera de años y años de historias sensacionalistas, conflictos familiares, drogas y más.
Narraciones de momentos vulnerables y desgarradores que seguramente dejarán boquiabierto a más de uno, sobre todo porque se detallan nombres y escenarios conocidos. En caso de que no tengas la oportunidad de leer el libro completo, te detallamos los conflictos más crudos a continuación.
Comenzó a beber a los 14 años con su mamá
Viajaba de manera constante con su madre, Lynne Spears y su hermana Jamie Lynn Spears a Biloxi, Mississippi. Una vez ahí, tomaban el sol en la playa mientras ella y su madre bebían.
“Me encantaba poder beber con mi mamá de vez en cuando, éramos bebedoras felices, a diferencia de cuando mi padre bebía, se deprimía más y se apagaba”.
El aborto y el engaño de Justin Timberlake
Justin Timberlake y Britney Spears tuvieron una relación de 1999 a 2002, en esa etapa la cantante quedó embarazada y aunque siempre esperó tener familia con él, decidieron abortar porque no estaba listo.
“El aborto fue algo que nunca podría haber imaginado, eligiéndolo por mí misma, pero dadas las circunstancias, eso es lo que hicimos”.
Tomó pastillas para interrumpir el embarazo y describió que “el dolor fue increíble, una de las cosas más agonizantes que jamás haya experimentado”.
Cuando terminaron a mediados del 2002, se rumoró que ella le había sido infiel con el coreógrafo Wade Robson e incluso se le creó una mala imagen a la intérprete de Toxic, lo que no se sabía, es que él también había sido infiel durante la relación.
De acuerdo con sus memorias, las infidelidades ocurrieron en el 2000, cuando los fotógrafos tomaron instantáneas del cantante, la primera vez estaba en su camioneta con un miembro del grupo femenino All Saints y la segunda vez, estaba con una mujer diferente a la que prefirió dejar en el anonimato, pues “actualmente es muy popular y tiene hijos”. “No quiero que ella se sienta mal”.
Su “droga preferida”
Spears tomó Prozac debido a razones de salud mental, sin embargo, su “droga preferida” fue Adderall, un medicamento que se usa comúnmente para tratar los síntomas del TDAH.
“Lo que encontré mucho más atractivo fue que me dio unas horas para sentirme menos deprimida. Fue lo único que funcionó para mí como antidepresivo y realmente sentí que necesitaba uno de esos”.
A pesar de ver a otras personas consumir drogas más fuertes, asegura que nunca decidió caer en sus redes, a lo mucho, probó la mariguana pero no le gustó porque la hacía sentir lenta y tonta. Actualmente solo bebe cerveza.
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Su abuela paterna se suicidó
Al igual que Britney, su abuela paterna Jean, también fue internada en un centro de tratamiento de salud mental, debido a que su bebé falleció a los tres días de nacido y estaba atormentada por el dolor.
Luego de haber pasado ocho años en la clínica de salud mental, Jean, fue a la tumba del beé y se suicidó de un tiro. Tenía 31 años.
La verdadera razón detrás de raparse
En 2007 enfrentó su divorcio con Kevin Federline, por lo que era asediada más que nunca por la prensa y los paparazzis, a manera de rebelión y salir del molde de “chica buena”, Britney entró en una peluquería en California y pidió que le cortaran el pelo, sin embargo, al negarle hacerlo, decidió raparse ella misma.
“Me habían observado mucho mientras crecía. Me miraron de arriba abajo y la gente me decía lo que pensaban de mi cuerpo desde que era adolescente. Afeitarme la cabeza y comportarme mal eran mis formas de contraatacar”.
Al año siguiente, en 2008, la sometieron bajo la tutela de su padre.
Pensó que su familia quería matarla
“Y aquí está la triste y honesta verdad: después de todo lo que había pasado, no me quedaba mucha lucha por hacer. Estaba cansada y también tenía miedo. Después de que me sujetaran en una camilla, supe que podían sujetar mi cuerpo en cualquier momento que quisieran. Podrían haber intentado matarme, pensé. Empecé a preguntarme si querían matarme”.
Al salir de la clínica de salud mental, sintió que su familia quería actuar como si “nada hubiera pasado”:
“Yo era una cáscara de mí misma. Todavía tomaba litio, lo que hacía que mi sentido del tiempo fuera muy confuso. Y me asusté. Se me pasó por la cabeza que sólo estaban de visita para rematar lo que habían empezado unos meses antes, para matarme de verdad. Si eso suena paranoico, considera todas las cosas por las que he pasado hasta este momento: las formas en que me engañaron e institucionalizaron”.
El daño real
Durante el tiempo que estuvo bajo tutela, sintió que nadie de su familia estaba para protegerla, secuelas que hoy en día afronta:
“Las migrañas son sólo una parte del daño físico y emocional que tengo ahora que salí de la tutela. No creo que mi familia comprenda el daño real que causaron”. De ahí que decidiera cortar los lazos con su familia.
Víctima del sistema
Britney siente que por ser mujer es que fue obligada a estar bajo tutela de su padre:
“Me hace sentir mal… Piensa en cuántos artistas masculinos gastaron todo su dinero en el juego; cuántos tenían abuso de sustancias o problemas de salud mental. Nadie intentó quitarles el control sobre sus cuerpos y su dinero. No merecía lo que mi familia me hizo”.
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