Su pasión por el chocolate comenzó en España, mientras trabajaba en un famoso restaurante de Barcelona. Después de varios años como cocinero, empezó a colaborar como practicante con el entonces campeón chocolatero del país. A partir de esa experiencia decidió dedicarse al que sería el negocio de su vida: el chocolate.
Así comienza su historia, con un sueño que se ha encargado de hacer realidad. Después de esta breve introducción a su vida, el chef nos ofreció un chocolate caliente y un bombón para acompañar. “Aprovechando la fecha, les voy a preparar en vivo y a todo color unos huevitos de Pascua con un cacao cien por ciento mexicano y de la mejor calidad”.
Si algo caracteriza al chocolatero, es su enorme pasión por representar a su país. A lo largo de su carrera se ha dedicado a crear y reforzar el concepto de chocolatería mexicana evolutiva, en el que cada país usa productos locales y consume materia prima nacional.
“Buenos días a todos”, se escucha la voz firme de José Ramón saludando a su equipo de trabajo. Todos muy amables y uniformados nos reciben en el taller y se preparan para la misión del día: la creación de unos huevos de Pascua para Revista Central.
“Desde el momento en el que me preguntaron sobre mi rincón favorito, no dudé en compartirlo con ustedes, es más, en invitarlos a que experimentaran esa vibra tan padre que se siente desde que pones un pie en esta aula”.
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La sincronización y el trabajo en equipo son factores clave en cualquier negocio, pero en especial en éste; porque, como nos platicó el chef, el chocolate se trabaja con tiempos y horarios muy precisos para lograr la temperatura y el espesor exacto.
“Siempre soñé con un espacio así, pero sobre todo con poder compartirlo con gente tan capaz como mi equipo de trabajo. La plenitud que siento al empoderar a mi gente no la cambio por nada”.
El taller es grande y espacioso, perfecto para que cada chef desempeñe el trabajo que le corresponde. El color blanco en las paredes y en las mesas refleja pulcritud, así como perfección; misma que José Ramón busca transmitir en sus procesos de producción.
“Éste es mi espacio favorito, pero no mi lugar de paz. Aquí se vive una presión absoluta que nos da vida y mucha adrenalina”.
Con este profesionalismo, el chef José Ramón ha logrado convertirse, por cuarta ocasión, en uno de los más grandes chocolateros en el mundo”.
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Sucursales Que Bo!
Si deseas conocer Que Bo! y robar algunos de los delcioso chocolates del chef José Ramón Castillo, puedes visitar una de sus sucursales en la Ciudad de México.
Polanco
Julio Verne 104, local B, Polanco, CDMX
Tel: 01 55 5281 4064
Coyoacán
Cuauhtémoc 180, Col. Del Carmen Coyoacán, CDMX
Tel: 01 5658 8711
Pide tus productos, pasteles y materia prima vía WhasApp al 56 1742 5736.
*Esta entrevista fue publica en Revista Central en mayo de 2017
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