En diciembre de 2019, un médico de Wuhan alerta sobre un virus potencialmente peligroso; es reprendido por cundir el pánico. La primera muerte por el virus llega el 11 de enero. En solo días, ya hay un caso en Tailandia y otro más en Japón.
Estados Unidos pone controles de seguridad en aeropuertos. Los casos aumentan a cien y ocurre el tercer fallecimiento. El 21 de enero se registra el primer caso en EE. UU. Wuhan cierra aeropuertos y ferrocarriles.
Cuatro días después, hay casos en Europa. China acumula cien decesos. El 30 de enero, los casos suman 9 mil 600.
La OMS declara al coronavirus una emergencia internacional. Donald Trump prohíbe la entrada a EE. UU. a personas que hayan estado en China, cuyo gobierno acusa al estadounidense de promover el miedo.
Comienza la cuarentena en cruceros. El 5 de febrero se acumulan más de 500 muertes. El 7, el médico de Wuhan que alertó sobre el virus muere infectado. China censura las denuncias ciudadanas en redes sociales.
Aparece el primer caso en África. El 28 de febrero México confirma sus tres primeros casos. Para principios de marzo, ya se superan los 100 mil casos en más de 100 países.
China anuncia que sus medidas de contención están funcionando… que no hay que permitir que cunda el pánico. El 11 de marzo la OMS declara que el coronavirus es una pandemia mundial.
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Fake News
La versión oficial es que su origen viene del consumo de murciélagos con fines alimenticios, pues estos animales son los principales sospechosos de portar el virus inicial. Sin embargo, los conspiracionistas han generado teorías que rechazan que el coronavirus haya surgido naturalmente:
1. El laboratorio negligente: El Instituto de Virología de Wuhan habría sido el epicentro por un contagio humano accidental.
2. Guerra sucia: Estados Unidos sería el creador de una herramienta de control económico sobre el –cada día más poderoso– país asiático.
3. Complot de altas esferas: Ha sido un tema convenientemente usado para apagar las protestas públicas que desde hace meses inundaban las calles en China, por lo que la teoría conspiracionista dice que el virus fue diseñado por el gobierno de aquel país.
Héroe y Mártir
Li Wenliang tenía 34 años cuando murió por una infección respiratoria aguda, causada por el virus COVID-19. Era oftalmólogo y atendía a pacientes con glaucoma cuando reportó siete casos de infecciones virales raras; la respuesta de las autoridades fue acusarlo de difundir rumores y amenazarlo con un proceso penal.
Una semana después, atendiendo a una mujer infectada, contrajo el virus, y poco después murió.
El caso de Wenliang es prueba de lo grave que puede ser coartar la libertad de expresión.
Por ello, será recordado como el héroe y mártir que puso reflectores sobre el autoritarismo chino.
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