En las leyendas , mitologías y hasta en códices prehispánicos, el conejo ha tenido un lugar en la historia humana. Generalmente asociado con la abundancia y la fertilidad, los conejos han sido representados en obras de arte, códices y otras representaciones en los que tienen un simbolismo particular.
Basta mirar hacia la Luna para vislumbrar la figura de este animal que por años nos han enseñado que decora la superficie lunar… o ir a mercados y lugares de esoterismo para encontrar patas de estos animales que suponen tener poderes y funcionar como amuletos.
Los dioses conejo
Además, los conejos (y liebres) también han sido la representación de dioses en casi todos el mundo. Por ejemplo, en México el conejo representaba a Acolhua un dios menor relacionado con la embriaguez; además, existían los centzon totochtin, 400 conejos que eran hijos de Mayahuel que poseían a quien tomara pulque. En la India y Egipto, los conejos eran una suerte de dioses representando la capacidad de creación y generación, sin mencionar su relación con la fertilidad.
/ Miguel Covarrubias, Conejo y Itzcuintli - Códice Nuttal (Códice Tonindeye o Zouche-Nuttall), Arqueología Mexicana II - Dibujos, fotografías, notas y recortes. / Biblioteca UDLAP .
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Los conejos y la religión
Ni qué decir del conejo de Pascua, ya que las liebres y conejos han tenido una importancia y significado religiosos por mucho tiempo en el continente europeo. Por ejemplo, Smithsonian Magazine apunta a que en la época neolítica de Europa (entre el 4000 y 2000 a. C.) estos animales tenían entierros rituales.
Su importancia fue tal que los conejos y hasta los pollos no eran animales de consumo humano, y su reproducción ocurría solo para el placer y diversión de los “británicos”, según una investigación publicada en la Universidad de Exeter .
Ahora sabemos que eventualmente conejos, pollos y hasta los gansos serían alimento humano, en particular en el apogeo de la cultura romana. Del mismo modo, los investigadores encontraron que su importancia estaba relacionada con los números de su población, ante la abundancia, estos animales eran menos exóticos y por lo tanto tratados como comida.
Ahora bien, el paso hacia la cultura griega y romana también llevó a las liebres a las distintas representaciones de sus dioses, en particular durante el Renacimiento que utilizó la mitología griega para el arte. Por ejemplo, Eros, dios de la atracción sexual e hijo de Afrodita era representado mediante liebres, lo que las dotó de una connotación un tanto negativa, pues las liebres entonces también fueron símbolo de la tentación sexual.
Los conejos, las brujas y otras supersticiones
Las brujas también han sido representadas de distintas formas a lo largo de la historia, y uno de los animales con los que se relacionaron fue precisamente una liebre… por lo menos esto ocurrió en Europa, pero en África y otras regiones, también se creyó que las brujas podían transmutarse en conejos. Las brujas convertidas en liebres eran responsables de robar la energía de otras personas.
Pero si acaso, los conejos son populares por representar la buena suerte… y esto se lo debemos más que nada a los chinos y su horóscopo.
En la cultura china, el horóscopo es representado con 12 animales, los cuales tienen sus propias características y quienes nazcan en sus años, serán personas que los compartan. En ese sentido, el conejo es considerado el de mejor suerte de todos y se explica que los nacidos bajo este signo también son personas amables y poco conflictivas.
De su representación a amuleto: las patas de conejo
Pero la cultura china no sería la única en ver en los conejos y liebres suerte. Se dice que para los celtas este animal también era suertudo, incluso se creía que podían comunicarse con espíritus pues sus madrigueras se encuentran bajo el cielo.
Las patas de conejo como amuletos de la buena suerte han sido encontrados en todo el mundo, pero en especial se apunta al hoodoo, una creencia relacionada con los africanos que fueron llevados al continente americano como esclavos. No obstante, fue utilizada también en la Europa medieval, y, por más extraño que parezca ha mantenido su significado como de buena suerte.
Esto llevó al crecimiento de una industria que aprovecha esta creencia para hacer llaveros y otro tipo de accesorios con las patas de conejo (sean reales o no), quizá sin algunos de los elementos rituales que existían según cada cultura (como que fueran capturados en luna llena).
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